•Capitulo 9•

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Así pasan dos semanas; Naruto ya a comenzado a hablar con Kakashi, este está cada día más animado y feliz, por la presencia del rubio. Se han vuelto amigos, Kakashi aconseja a Naruto de como poder ser un Ambu, y este le hace compañía mientras debe de cuidarlo.

Es increíble como ambos se dan apoyo, se animan, se escuchan, y se prestan atención, como nadie jamás lo a hecho.

Naruto se asoma por la ventana del peliplateado, lo busca con su mirada, para ver si puede entrar. Pero lo ve que, lo deja sin palabras, sin aliento.

Kakashi está parado a unos pasos de la puerta, y ve como un ninja, de cabello marrón, vestido de Chunin, lo está besando. Los ojos del rubio, se cristalizan, un dolor, agudo, afilado, y muy grande, se forma en su pecho, en su  garganta nace un nudo, que lo quiere hacer chillar. Con un ágil movimiento, se va, y aparece en el árbol donde vigila.

Aprieta con fuerza sus manos, hasta que se deja marcadas sus uñas en sus palmas. No querés parpadear, pero un viento frío lo obliga, al hacerlo, deja ver unas lágrimas, que se quedan en la máscara que cubre su rostro. Desea hacer algo, quiere ir con Kakashi y pedirle una explicación, quiere volver a ver si vio bien.

—¿Por qué me duele?

Dice un susurro al mismo tiempo que, unas gotas de sangre caen de sus manos. Debido a sus garras, ya se a lastimado sus manos. Poco le importa.

Deja de prestar atención a su alrededor; el dólar de su pecho no desaparece, con cada suspiro, siente que su garganta quema, siente que tiene abierto el pecho, se mira el pecho asustado, buscando una herida, pero no la encuentra. Ya reconoce a ese ninja, se llama Yamato, siempre viene a ver a Kakashi, este lo recibe, y hablan un rato. Pero jamás paso por la mente del rubio, que estos fuerza pareja.

Solo deja que sus lágrimas caigan. Mientras que, con todas sus fuerzas, intenta decirse a su mismo que no le importa, que no siente nada, que eso, no le dolió. Cuando, en realidad, a ve gusto eso por tres segundos, a roto por completo su corazón.

Pasan al rededor de diez minutos, cuando Kakashi asoma su cabeza por su ventana, y busca a Naruto. Se sorprende, al no encontrarlo allí.

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Naruto camina con una bolsa de compras hacia su casa. Pudo conseguir que lo sustitullan con Kakashi. Ahora Sai, otro Ambu, se encarga de vigilarlo, es así ya hace una semana. Gracias a que ahora trabaja fuera de la aldea, no se a encontrado con Kakashi, este se a enterado que lo está buscando, pero el rubio solo lo evita.

—¡Naruto!

El rubio se gira al escuchar que lo llaman.

Sus ojos se agrandan, su corazón de un salto, deja de latir, mientras que sus manos, ya comienzan a sudar, y en su cabeza ya aparecen mil idea de cómo escapar.

Kakashi se abre paso entre la gente. Para quedar cara a cara con el rubio, quien mira con brusquedad a otro lado, en cambio Kakashi no quita su mirada de Naruto.

Por ambas mentes, pasan miles de cosas. Naruto, solo recuerda una y otra vez, el momento en donde el comprendio, de una forma dolorosa, que tiene sentimientos, que aún que el se diga una y otro vez, que no siente nada, cunado se trata de Kakashi, se siente tan pequeño, tan débil.

Kakashi solo lo mira con algo de enojo, curiosidad, y tristeza.

—Debemos hablar.

—No tenemos nada de que hablar.

—Claro que si, te fuiste, no me dijiste por qué, no me dijiste nada.

Naruto esquiva juntar su mirada con la del peliplateado. Ya que sabe que si lo mira, sentirá unas ganas emborrables, de volver a llorar.

Kakanaru Una luz en la oscuridad ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora