Sí, tenía razón, la educación era una buena manera de pasar el tiempo, y sobre todo fácil, ya qué las clases estaban preparadas y pensadas para qué una niña de 4 años la pudiera entender.
Y no era necesario decir qué Katherine y la institutriz estaban realmente impresionada por lo fácil qué le resultaba a Sofía entender todo lo qué le daban para estudiar. A demás de qué tenía el habla muy desarrollado para una niña de su edad, y nunca se equivocaba o balbuceaba a la hora de hablar, cosa qué no solamente sucedía en está vida, si no también en su anterior vida. Cuándo era una chica normal qué tenía unas dos o tres amigas, iba a la escuela y tenía una madre qué no estaba muerta y un padre qué conocía desde qué nació.
Por otra parte, ahora tenía otra vida cómo Sofía de Alger Obelia. Vivió escondida de su propio padre desde qué nació, su madre murió a penas cuando tenía 4 años, y ahora tenía qué ocultarse en una casa ajena, en la qué tenía qué fingir ser una niña normal qué fué adoptada por Lady Katherine. Prácticamente se ha estado ocultando durante los cortos 4 años qué había estado en éste lugar. Habían sido pocos, éso estaba claro, pero aún así se sentían una eternidad, y sobre todo para Sofía.
Ya estaba cerca de finales de año, y dentro de unos meses sería su cumpleaños y por fin cumpliría 5 años. Pero mientras espera, tenía que hacer.... cosas de niña de 4 años...
-¿También quieres una taza de té, señor Sheepy? -dijo ella mirando a el sueve y adorable peluche de oveja qué le había regalado Katherine hace unos días. -Señor Sheepy... ¿Sabe qué día se acerca? -obviamente no dijo nada. -¡Se acerca mi cumpleaños! Bueno.... Faltan dos meses, pero aún así, falta menos qué ayer. -la puerta de la habitación se abrió con cuidado.
-Lady Sofía, su té ya está listo. -dijo Beatrice asomándose delicadamente por la puerta, con una bandeja en las manos. Adentro de está bandeja había una porción de pastel de chocolate, cubiertos y una taza de té.
Ella se acercó y puso la bandeja sobre la mesita qué estaba dentro de mí habitación.
-Muchas gracias, Beatrice -dije y agarré la taza con mucho cuidado y le di un sorbo.... obviamente estaba caliente, y yo por impaciente me quemé un poco la lengua. -Ay! -me quejé dejando la taza sobre la bandeja. -¡Hermana Beatrice! Me quemé la boca.
-Debes tener más cuidado.... -suspira. -¿Quieres qué te traiga algo de agua fría, pequeña? -yo asentí y tan pronto cómo lo hice, ella se dió la vuelta y salió de mi habitación para ir a buscar un vaso de agua fría.
Ser una niña pequeña no era difícil, al menos no en el periodo qué yo he estado en la casa de Katherine. Solamente tengo qué estudiar, asistir a clases, jugar, comer y dormir. Son tareas bastantes simples si te pones a pensar. Aunque hay una parte del día en la que me aburro por qué estoy muy sola, y mayormente juego con las criadas.... Aún así me gustaría tener personas de mi "misma edad" con quiénes jugar.
Beatrice volvió con un vaso de agua, y yo no dude ni un segundo en agarrar el vaso y tomarme toda el agua qué tenía. Resople y sentí como poco a poco, mi pobre y quemada lengua se sentía mejor y más fresca. La próxima vez seré más paciente con el té.....
-¿Te sientes mejor?
-¡Si, hermana Beatrice! -sonreí y dejé el vaso a un costado de la bandeja.
-Recuerde ser más paciente y menos ansiosa. Si no, puede volver a quemarse nuevamente.
* * **
-¡Hermana Beatrice! -y tan pronto cómo pasó el mes.... las pesadillas empezaron a aparecer. Cada un tiempo indeterminado me dabas pesadillas y yo me despertaba llorando y sudando.
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¿Quien me convirtió en la princesa de ojos esmeralda?
FanfictionSofía, una adolescente de 15 años que quiere ser una persona con un sueldo estable que vive su vida feliz junto a su familia, y sobre todo, junto a su madre. Sin embargo, a veces el destinó tiene preparadas cosas muy dolorosamente distintas. Ahora t...