Lobo blanco

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Su pelaje brillaba gracias al brillo de la noche, tenía a sus cachorros escondidos entre su vientre, mientras sus pequeños se alimentaban de él. La emoción en su aroma se mezclaba con el fresco silvestre que los rodeaba junto al claro.

Y no se había equivocado, tenía una niña... bueno, dos pequeñas cachorras y un cachorro. JiMin contemplaba a sus pequeños, mientras su Alfa terminaba de acomodar el refugio para ellos.

YoonGi entró, en su forma lobuna era tan imponente como en su forma humana.

- ¿Están cómodos?- pregunta el Alfa y sonríe al ver a sus cachorros esconderse entre el pelaje de su padre Omega.- No llega el frío, ¿verdad?- JiMin lo observa y asiente.

- Está bien, ellos están calientitos...- el Omega pide a su Alfa que se acerque, el lobo de mayor tamaño, rodea a su mate, mientras olfatea a sus pequeños, sus lindos cachorros de pelaje blanco y plateado como la Luna.

Los pequeños asoman sus cabecitas para ver a su padre Alfa, ambos lobos adultos observan a sus pequeños cachorros, uno de sus pequeños, trata de ponerse en pie, para olfatear a su padre Alfa.

YoonGi siente paz al ver a sus pequeños, asegura que nada podrá hacerles daño. Luego de que salieron aquella mañana de la Manada, ambos se dirigieron al bosque, donde YoonGi lo llevó por el sendero menos complicado que conocía, despacio, llegaron al atardecer.

JiMin nunca había observado el atardecer de esa manera, siempre había sido oculto y YoonGi le mencionó, mientras lo abrazaba por la espalda, "podemos observarlos cada vez que quieras hacerlo, venir aquí y luego observar las estrellas mientras nuestros cachorros no nos dejaran dormir..."

Al primer amanecer bajo el manto celeste, JiMin despertó temprano observando el amanecer, el sol se reflejaba directamente en su rostro, y YoonGi simplemente lo observó con fascinación total. Durante el día, YoonGi cazó y preparó la comida para su Omega... sorprendiéndolo con sus habilidades. Era tener un espacio solo para ellos...

Que sin saber, habían iniciado un cortejo, uno que debía haber sucedido mucho antes de la orden del consejo anterior. YoonGi tenía historias para contar, muchas aventuras que vivió de niño, haciendolo reír... a veces aparecía con algunas flores silvestres, que recibía con emoción.

Por la madrugada del tercer día, JiMin supo que sus cachorros nacerían con el alba.

YoonGi estuvo con él, haciendo el nido lo más cómodo posible, su primer lobito nació justo con el sol, seguido de las dos cachorritas que parecían competir entre ellas, sus tres cachorros tenían el pelaje blanco platino, desde el momento en que nacieron, YoonGi se había mantenido alerta, nada debía perturbar a sus pequeños y a su Omega.

El Omega cobijó a sus cachorros, limpiándolos mientras el Alfa acomodaba el refugio y le llevaba de comer.

- Min JungKook, Min HyanSu y Min HyeJu...- el Alfa los nombró, a cada uno, llamando la atención de sus cachorros. Los pequeños le miraban fascinados y siendo consentidos por su padre Omega.

- Son Alfas... los tres, sus aromas son dominantes...- JiMin le menciona, acariciando con cariño a sus pequeños.

YoonGi solo observaba con cariño a su mate y cachorros.

Pero sobre todo, admirando al lobo blanco que cuidaba de sus pequeños. YoonGi estaba sorprendido con su fortaleza de cuidar de sus cachorros, que si bien no habían sido planeados y fueron el resultado de una unión forzada, ahora, YoonGi podía darse cuenta que su espirítu lobuno protegería a esos pequeños siempre.

Mira a JiMin...

JiMin lo mira él...

"La Luna nos unió cuando debíamos estar juntos... no te di el cortejo que mereces pero, siempre que me lo permites, seré tu lugar seguro, y estaré para ti, siempre... yo te cuidaré, y podrás confiar en mí..."

"Solo no me dejes solo, Alfa..."

"No lo estarás, te lo prometo, todo lo que hago es para que tengas la libertad que no tuviste, que mires muchos atardeceres y amaneceres como los de estos días, que decidas sin temor de recibir agresiones y lo mismo para nuestros cachorros, ellos serán ran libres que podrán correr por el bosque sin miedo alguno..."

- Creo que podría amarte como lo mereces, mi Luna..

No los rechacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora