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La impresión logró que el alcohol se drenara casi por completo de su sistema y su corazón latió tan rápido que Yoongi casi juró que se saldría de su pecho.

—Jeon Jungkook—Soltó en un susurro mientras que su parte lobuna enloquecía en su interior ante lo feliz que se sintió.

De repente todo el mundo a su alrededor desapareció, solo estaban ellos dos, mirándose fijamente, Jungkook lucía tan distinto a como lo recordaba, su cabello seguía siendo castaño, sin embargo, era más largo y caía descuidadamente en su frente algo húmeda por el sudor, Yoongi sin duda culpaba al calor en el lugar.

No perdió detalle de las perforaciones en su ceja y labio que lo hacían lucir bastante varonil y atractivo.

—¡No pensé que te encontraría aquí, dioses, el mundo si que es pequeño!—Exclamó el alfa castaño con una gran sonrisa y elevó los brazos con la intención de abrazar al omega, quien miró atento los tatuajes que decoraban esos trabajados brazos, uh...

¡No es momento para esto!

Una alarma se encendió en su cabeza y un pánico inexplicable lo invadió por lo que hizo lo primero que le llegó a la cabeza, así es, Min Yoongi decidió salir huyendo como si de un cachorro se tratase, dejando al alfa con la mente en blanco sin saber que hacer al respecto.

¿Acaso no le agradó verme?

Pensó siguiendo con la mirada al pequeño omega y su parte lobuna agachó la cabeza algo decepcionada, mientras tanto, Yoongi llegó de regreso a la mesa que compartía con su amigo, tropezando con la misma, asustando al alfa, quien lo miró con los ojos exageradamente abiertos.

—Yoongi, ¿estás bien?—Cuestionó poniéndose de pie y se acercó al menor, tomando el pequeño rostro entre sus manos.—Pareciera que viste un fantasma.—Se burló y el cuerpo del pálido se tensó.

—Yo, uh él... —Intentó explicar sin poder conectar sus ideas para decir una oración coherente y su amigo frunció el ceño, dejando en evidencia su confusión y el omega se rindió.—Solo llévame a casa, quiero irme y no volver aquí, por favor.—Sus ojos se cristalizaron y su amigo asintió, sacándolo del sitio con rapidez.

—Bien, pero tienes mucho que explicarme.—Expresó una vez que estuvieron en el vehículo en el que llegaron al sitio.

Yoongi suspiró aliviado y colocó una mano en su pecho, intentando calmar a su loco corazón, que no paraba de latir con tanta desesperación ante la débil fragancia a sándalo que quedó impregnada en su ropa luego del choque con Jeon Jungkook.

¿Por qué después de una década sigues reaccionando a él?, esto no está bien...

[ ... ]

—Bien, ¿ahora me dirás que pasó allá?—Cuestionó Beom con una expresión preocupada mientras dejaba su chaqueta sobre la encimera, observando a Yoongi, quién se dejó caer de manera despreocupada en uno de los sofás, dejando escapar feromonas llenas de preocupación.

—Me encontré con alguien que no debía ver.—Fue lo único que respondió el azabache colocando ambas manos en su rostro, dejando al descubierto su frustración y la expresión de su amigo cambió.

—Joder, no me digas que Taehyung...

—¡No!—Interrumpió Yoongi retirando las manos de su rostro, dejando a la vista sus hermosos ojos azules, que se mantenían exageradamente abiertos ante la mención de ese nombre.—Solo se trataba de un amigo de infancia.—Explicó tomando un cojín entre sus manos para apretarlo contra su pecho.

¡No eres mi mamá! [KookGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora