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—¡¿Qué?!—Ambos adultos dieron un respingo ante el grito y voltearon de manera rápida, encontrándose con su pequeña hija, quien los miraba con los ojos exageradamente abiertos.—No papi, no puedes hacerme esto, puedo entenderlo de papá Jungkook, pero tú...—Sus ojos se cristalizaron, asustando al omega, quien se acercó de manera cuidadosa a su cachorra.

—Jihyo, cariño, ya habíamos hablado de esto, papá Jungkook y yo nos separamos hace unos años y...

—¡No, no lo acepto!, ¡todos mis amigos tienen a sus padres juntos, soy la única que siempre tiene que ir a parar de una casa a otra como si fuera un perro!—Recriminó mientras un par de lagrimas bajaban por sus mejillas.—¡Estoy harta, ¿por qué las cosas no pueden ser como antes?!—Cuestionó mirando al alfa, quien mordió su labio inferior, buscando las palabras adecuadas para responderle a su hija.

—Jihyo.—La nombró mientras caminaba en su dirección para después ponerse en cuclillas frente a ella.—Cariño, nosotros te amamos, no estoy seguro de si recuerdas como era la vida en los últimos meses antes de que tu papi y yo nos separáramos.—La menor asintió.—¿Cómo era?—Cuestionó con suavidad mientras colocaba de manera delicada sus manos en las mejillas de su hija, secando se manera cuidadosa sus lagrimas y centrándose en sus bonitos ojos que brillaban con tristeza.

—Era fea...—Respondió en un susurro.—Peleaban mucho y papi Hoseok te echó de casa una vez.—Recordó desviando la mirada ante los vagos recuerdos que invadían su mente, reclamos, discusiones y ocasionalmente gritos que durante un corto periodo llenaron su corazón de terror.

—Así es, cariño, era fea.—Secundó Jungkook apartando sus manos de las mejillas de su hija.—Tu papi y yo nos conocimos quizá demasiado temprano, todo en nuestra relación se dio más rápido de lo que esperábamos y llegó un punto en el que olvidamos el amor que sentíamos por el otro.—Explicó cuidadosamente, notando que el cuerpo de su hija se tensó.—Pero jamás olvidamos cuanto te amamos, si seguíamos juntos esos episodios desagradables seguirían repitiéndose y con eso corríamos el riesgo de hacerte daño.—Continuó.—La decisión de dejar de ser una pareja fue difícil pero era la única manera de darte una vida tranquila y feliz, además, ahora mismo nos llevamos mejor que nunca, mira, podemos pasar tiempo en el mismo lugar sin insultarnos.—Le sonrió con dulzura y Hoseok se acercó.

—Ahora somos un equipo y nuestra misión es cuidar de ti lo mejor que nos sea posible, creo que hasta ahora lo hemos hecho bien, ¿no es así?—Cuestionó con tranquilidad y la menor asintió.

—Pero ninguno había tenido novio.—Recordó.—No quiero tener que compartirlos con extraños.—Comentó abrazando a Jungkook, quien correspondió, disfrutando del aroma que la menor despedía.—No importa si no quieren regresar, pero quiero que seamos solo nosotros tres.—Sentenció al separarse, y tanto Jungkook como Hoseok se miraron entre sí.

—Cariño, eso no es posible.—Respondió Hoseok cambiando su semblante relajado por uno severo.—El hecho de que alguien más llegue a nuestras vidas no va a cambiar nada, seguiremos siendo un equipo y estaremos para ti siempre que nos necesites, además, las personas que lleguen a nuestra vida pueden ser también un soporte para ti en algún momento, ya me habías hablado de Yoongi, ¿él te dijo que buscaba quitarte algo?—Cuestionó y la cachorra negó, recordaba perfectamente las palabras de ese omega, pero ella no quería que las cosas fueran de ese modo.

—No me importa, ¡no quiero a ningún intruso en nuestras vidas!—Gritó, sorprendiendo a sus padres, lo poco que habían avanzado acababa de perderse.

—Jihyo...

—Si ustedes me amarán me escucharían.—Aseguró.

—Eso no es...

¡No eres mi mamá! [KookGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora