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¡Hola, hola mis preciosos lectores! ¿Como están? Espero que muy bien. ^^

Primero que nada me quiero detener para agradeceros por hacer llegar a Someday tan lejos. ¡Muchas gracias por los 1k votos y las 10k vistas! ˙˚ʚ(´◡')ɞ˚˙♡(No hay ninguna carita que pueda expresar lo que quiero expresar(◞‸◟ㆀ)) Bueno, bueno, ahora enserio. De verdad, muchísimas gracias a todos aquellos que habéis estado apoyando Someday tan lindo desde un inicio, jamás imaginé que esta historia llegaría a tanta gente. ♡ Aunque quisiera, no tengo palabras suficientes para expresar todos los momentos lindos que paso escribiendo este fic e interacctuando con ustedes, me hace muy feliz ver sus comentarios y responderlos. (ˊ˘ˋ*) Me esforzaré para seguir dándole vida a estas dos masitas y por cerrar esta obra con broche de oro. Y recuerden, ¡aún queda mucho que leer por aquí, por favor, sigan acompañandome en este viaje! 

Muchas gracias a todos, al final del capítulo abra una sección de curiosidades/datos/cosas randoms del fic a modo de especial. ^^

¡Espero ver sus votitos y comentarios!

Ahora si, ya me callo, ¡disfruten! ♥︎

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Una vez con el estómago lleno, Kaeya se dirigió al baño. Contempló su imagen reflejada en el espejo e instintivamente su mirada se dirigió a su cuello, específicamente al lugar en el que iría una marca.

Ahora que estaba bajo contacto cercano con Diluc no pudo evitar pensar en ese tema. ¿Algún día acabaría enlazado con el alfa? O más bien, ¿como esque aún no lo había marcado? Había tenido sexo con el durante su celo y no lo había mordido aún bajo su dulce olor, ¿acaso no tenía intención de marcarlo? Sería comprensible después de todo si esa fuese la decisión del contrario.

No, Diluc no pensaba así.

Él confiaba en Diluc.

Su mente estaba jugando con él.

Estaba tratando de derrumbarlo de nuevo.

No podía permitirlo.

Cuando el mayor volviese trataría de sacar el tema. Si esque aún podía hablar...

El omega comenzo a acariciar su nuca mientras reflexionaba. Llevaba días sin tomar la pastillas. Su efecto ya no estaba sobre él. Se sentía... ¿Libre?

Esbozó una sonrisa para después comenzar a caminar hacia la sala, no sin antes tomar la chaqueta de Diluc, la cual yacía abandonada en la cama. 

Una vez en la sala tomó unos informes cualquiera y comenzó a revisarlos.

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Mientras tanto, en otro lugar de Mondstadt un pelirrojo entraba a la sede de los Caballeros de Favonius.

Se posicionó frente a la puerta del despacho de Jean para después presionar unos suaves golpes sobre esta.

-¡Adelante! -Se escuchó la voz de la alfa tras la puerta. Diluc se adentró en la habitación para después cerrar la puerta tras él.

-¡Maestro Diluc! ¿Que le trae por aquí? -Al parecer Lisa también se encontraba en la habitación, mierda. Tendría que encontrar una buena escusa para salir de esta.

-Buenas tardes, solo venía a informarles que Kaeya no podrá venir a trabajar hasta mañana debido a que al parecer pescó un resfriado. -Dijo el alfa con su inexpresivo rostro.

La pareja se quedó en silencio mirándose entre si antes de que la omega rompiese el silencio.

-Vaya... ¿Y se podría saber cómo está usted enterado de esto al nivel de incluso venir a comunicarnoslo personalmente? -Sonrió juguetonamente la castaña. Jean le lanzó una mirada incriminatoria a su omega aunque también estaba expectante hacia la respuesta del contrario.

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