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¡Hola a todos mis bonitos lectores! ¿Como están? La autora está feliz, ya que estoy empezando este capítulo en el día de mi preciosa tierra, Andalucía.

Ignorando todo lo anterior voy a proceder a dejar una notita emotiva, advertencia.

En serio, no tengo palabras para agradecer el amor con el que recibieron y con el que siguen recibiendo a día de hoy Someday ♡. Soy una autora primeriza y este es uno de mis primeros proyectos, asique honestamente no tenía muchas expectativas. Pero a día de hoy, cuando me levanto y recibo cualquier notificación de la obra, siento que mi trabajo realmente hace feliz a los demás y no hay nada que me llene más que eso. Digo todo esto, porque en el momento en el que estoy redactando esta notita Someday esta apuntó de llegar a los 1k votos y a las 10k visitas. ^^

Insisto una vez más, no tengo palabras para expresar mi gratitud hacia todas las personas que a día de hoy seguís apoyando mi proyecto con una simple voto. Gracias por todo y espero seguir viendo nombres conocidos hasta el final de la obra. ♥︎

Ahora si, sin más dilación. ¡¡Bienvenidos al capítulo número 10 de esta obra!!

Espero ver sus votos y comentarios.♡

¡¡Disfruten!! ˙˚ʚ('◡')ɞ˚˙


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A la mañana siguiente, con el alba ya haciéndose paso a través de las cortinas de la habitación, un omega peliazul comenzaba a despertar debido a un leve cosquilleo en su cuello.

Kaeya comenzó a abrir sus ojos lentamente aún tratando de escapar de su dulce sueño reparador. Para ser honestos, hacia semanas, meses o tal vez años desde que el menor había podido sucumbir tan fácil y placenteramente al mundo de los sueños. Había pasado tanto desde que no sufría insomnio por culpa de las pesadillas de su pasado que seguían aferrándose a él. Había pasado tanto, que había perdido la cuenta.

Y ahora se encontraba ahí. Siendo rodeado por los fornidos brazos de Diluc que lo sostenían con fuerza aferrandose a su cuerpo como si de un tesoro se tratase. Estaba siendo rodeado por el aroma a sidra de manzana que lo hacía volverse loco y relajarse a su misma vez al instante.

La simple presencia del alfa le transmitía paz. No podría describir la cantidad de emociones que explotan en su interior cuando su nariz tiene el placer de catar el perfecto olor que desprendía el pelirrojo.

Cuando porfin sus sentidos comenzaron a trabajar con un poco más de cordura, pudo notar que el leve pero placentero cosquilleo era producido por la nariz del contrario. Diluc olisqueba y restregaba su nariz delicadamente sobre el cuello y nuca del contrario.

Cuando Kaeya se percató de esto, instintivamente volvió a cerrar sus ojos dejándolo ser. Aunque su regreso a este mundo no pasaría desapercibido por el alfa, ya que para su mala suerte la vibración creciente en su garganta, señalando su confort, lo estaba delatando.

Pudo escuchar una leve risa proveniente del mayor antes de que este ascendiese para colocarse al nivel de su rostro. Mantuvieron contacto visual por unos segundos antes de que finalmente Diluc rompiese el silencio.

-Buenos días, ¿como amaneciste? -Preguntó el alfa con su rostro relajado con la felicidad y cariño delatandolo en su aroma.

-Acalorado y adolorido. -Kaeya dibujó un puchero en su cara mientra escondía su rostro en el pecho de Diluc.

-¿Duele? ¿Quieres que te traiga un supresor? -Preguntó el alfa preocupado.

El omega soltó una leve y débil risita antes de hablar.

•Someday➶Luckae➴Omegaverse•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora