El esposo mudo del jefe discapacitado [ABO] FINALIZADO

CAPITULO 2: Solo el cuarto maestro se acuerda de mí

Una semana después, al pie del acantilado.

Ji Xiao Nai sabía perfectamente que estaba muerto, pero mágicamente aún conserva la cordura.

Con el alma desprendida de su cuerpo inerte, envolvió sus rodillas con sus brazos y se sentó junto a su cadáver pálido y sin sangre, aturdido.

Nunca había imaginado que Ji Yaying llegaría tan lejos para obligarle a divorciarse, por no hablar de tener la osadía de matarle y silenciarle. No tenía ni idea de cuánto tardaría la policía en encontrar este lugar, tan profundo en el valle del acantilado.

Un final decepcionante para su corta vida, una hermana que le trató como de la familia y le empujó por un acantilado, un marido que le trató como a un amante y sólo codició su fortuna y dio a luz a un niño para un hombre cuyo nombre se desconoce...

[Pensando en ello, ¡es ridículo! Si tan sólo pudiera hacerlo todo de nuevo...]

Ji Xiao Nai extendió sus dedos casi transparentes y se acarició suavemente la cara, que había empezado a descomponerse, y murmuró sin decir palabra. De repente, se oyó un crujido detrás de él, y los espesos arbustos se estremecieron con el constante crujido de las ramas al partirse.

¡Alguien se acercaba! Instintivamente, Ji Xiao Nai echó a correr y se escondió entre los arbustos, mirando con recelo los temblorosos matorrales.

El hombre sentado en una silla de ruedas estaba en un estado lamentable, su cara y sus brazos estaban cubiertos de brillantes marcas rojas de las ramas, pero no podía ocultar su fría aura noble, sus cejas eran bonitas y cálidas, sus labios estaban fruncidos y su rostro inexpresivo.

Ji Xiao Nai nunca había visto a un hombre tan apuesto, así que se quedó sorprendido.

El otro hombre que empujaba la silla de ruedas susurró: "Cuarto maestro, tiene problemas de movilidad ¿Por qué tiene que venir aquí? La persona está muerta, deje que la policía lo encuentre..."

El hombre susurró: "Lu Li, empújame."

Lu Li no dijo nada, sólo empujó silenciosamente al hombre hacia el cadáver de Ji Xiao Nai. La mirada del hombre se posó en el rostro de Ji Xiao Nai, que había empezado a descomponerse y se había vuelto feo e irreconocible, y no habló durante mucho tiempo.

Ji Xiao Nai estaba un poco avergonzado, aunque ya era un alma, no quería dejar que su cadáver tan miserable y desfigurado, fuera mirado por este hombre divino y apuesto.

[¿Quién es? ¿Por qué corrió bajo este acantilado, que rara vez es visitado?]

Mirando la expresión del hombre, parecía que lo conocía antes de morir, pero Ji Xiao Nai no recordaba a este hombre y sólo se sentía confundido.

Lu Li seguía tratando de persuadir: "Cuarto maestro, Ji Xiao Nai es después de todo la esposa del joven maestro Ji Qing, es su sobrino político, me temo que no es apropiado que vengamos."

La boca de Ji Xiao Nai se abrió de par en par por la sorpresa. El sobrino político... Cuarto maestro.... Y tiene dificultades para caminar en una silla de ruedas, este hombre, ¡podría ser este hombre Xie Dao Nian, el Cuarto Maestro de la familia Xie! ¿No acababa de casarse? ¿Por qué aparecería aquí?

Xie Dao Nian ignoró completamente la persuasión de Lu Li y sólo se inclinó lentamente, ignorando el hedor sucio del suelo, y con dificultad recogió el cadáver de Ji Xiao Nai y lo acurrucó en sus brazos.

Después de terminar todo esto con un poco de desorden, suspiró suavemente aliviado y dijo con indiferencia: "Lu Li, empújame hacia atrás."

Lu Li estaba prácticamente frenético: "¡Cuarto Maestro! ¡No puedes llevarte un cadáver contigo, bájalo rápidamente!"