𝐘𝐨𝐮 𝐚𝐫𝐞 𝐦𝐲 𝐭𝐞𝐦𝐩𝐭𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧 /𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧/𝐆!𝐏

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 35

Nita me sugirió que entráramos a casa y no muy convencida lo hice ya que ella prácticamente me arrastró al interior, pero yo estaba sumamente nerviosa por lo que pudiera pasar entre ellos si se quedaban solos. Ella encenció el televisor y empezó a cambiar de canal en canal hasta que encontró algo que le llamó la atención, era un lartido de hockey sobre hielo y gritó emocionada porque su equipo favorito estaba jugando. Más tarde entraron Sam y Kirk y éste también se entusiasmó porque era gran aficionado de ese deporte, así que se sentó al lado de Nita en el sillón.

Nop: ¿A caso te gusta el hockey? – preguntó sorprendido.

Nita: Uy sí, desde niña, mi papá lo jugaba, aunque nunca estuvo en un equipo profesional.

Nop: ¿Y a qué equipo le vas?

Nita: A Chicago Blackhawks.

Nop: ¿Bromeas?, yo también.

Nita: Chócalas amigo – exclamó entusiasmada y le extendió la mano que Nop se las chocó – ojala que ganen, acaba de empezar el partido.

Sam: Nita, ya habíamos quedado en ir al supermecado – dijo seria.

Nita:Pero baby, sabes que cuando los Balckhawks juegan el mundo desaparece para mí, vamos cuando termine, ¿sí?

Sam: Y tú sabes que a mí eso me aburre.

Nop: A Mon> también – intervino Nop.

Nita: Entonces ustedes, par de aburridas, vayan a hacer las compras mientras mi amigo Nop y yo vemos el partido.

Nop: Sí, es buena idea y de paso traen unas cervezas – agregó Nop.

Sam me miró y entró a la cocina por las llaves del coche, que había dejado ahí cuando se las entregó Nop. Yo no estaba muy segura de ir, lo que menos quería era que empezara con reproches otra vez, pero al ver que Nita y Nop estaban ensimismados viendo el televisor y yo no encontraba otra cosa que hacer, decidí acompañar a Sam, al fin que iríamos a un lugar lleno de gente.

Caminé hacia el coche y Sam me abrió la puerta para que subiera, ella se dio la vuelta y entró también, sin decir nada, lo puso en marcha y la radio empezó a sonar.

Sam: Perdóname, no debí tratarte así en la mañana – empezó a decir mientras la canción seguía sonando – pero, me enferma la idea de pensar que él te toque, sé que es tu novio y que yo sólo soy una extraña en tu vida, que ni siquiera nos conocemos bien – guardó silencio mientras le tocaba un semáforo en rojo – sólo no puedo procesar esa idea, lamento mucho haber perdido los estribos Mon, por favor, perdóname.

Mon : No me gusta que me trates como un objeto, sé que nuestra... lo que sea que tengamos, empezó de forma extraña, pero eso no te da derecho a que me trates así.

Sam: Lo sé, estoy muy arrepentida.

Mon: Y después, ¿qué fue todo ese despliegue en el ping pong?

Sam: Una forma muy infantil de... demostrar quién es la mejor.

Mon: Eso no se demuestra así Sam, no necesito una súper macha a mi lado.

Sam: ¿Me perdonas? – preguntó con cara de arrepentimiento.

Mon: Lo voy a pensar y ahora sí es en serio.

Sam: ¿Qué tengo que hacer para que me perdones?

Mon: Comportarte como una adulta que eres y pensar con la cabeza y no con el hígado.

Sam: Lo intentaré.

Mon: Cuando lo hagas, entonces hablamos – dije firme y miré por fuera de la ventanilla.