La manada lighter comenzaba a hacer sus preparativos para esta noche de pasion. Las parejas comenzaban sus arrumacos, los solteros caminaban sensualmente tratando de conseguir alguna presa y la líder de la manada...... Esperaba molesta y frustrada a su macho alfa, el cual se podría decir que estaba irritado de no poder gozar su precioso tiempo con su pareja en lugar de firmar una montaña de papel Con tinta.
"mandare todo al caño si esto no termina" es lo que pensó el líder cruzando sus piernas, no era lo mas genial que podía hacer, pero si disminuía el dolor en su entre pierna sin la necesidad de desabrochar sus pantalones y gastar sus energías para no tener mas de ellas al momento de la acción, haría cualquier ridiculez.
- ¡honey! - crista, la mujer que lo había cautivado y que le había dado tres pequeños, pero fuertes cachorros, estaba el la entrada de su oficina. En una mano, un plato de cristal con fresas y chocolate con un liquido rosa transparentado cubriéndolas y en su otra mano un bote pequeño y negro
- ¡vine a traerte un postre DELICIOSO!
Haciendo aun lado el papeleo, mejor dicho tirándolo al suelo con una sonrisa inusualmente grande, dejo el platillo en frente de el, tomo una fresa rellena de ese líquido rosa y la metió dentro de su boca. No sabia mal, pero le daba escalofríos esa sonrisa.
- quieres otra? - metió otra con el mismo grado de relleno liquido en su boca cuando ya había pasado la anterior.
- crista, tengo trabajo que hacer - relamio sus labios por el cual escapo un poco de la sustancia.
- oh..... Ya veo - observo como la diversión y desilusión se instalaban en los ojos de su mujer, para luego dar media vuelta y contonearse a la puerta haciéndolo suspirar por la vista - supongo que tendré que saciarme a otro lado.
- ¡no iras a ningún parte! - al momento de pararse, al momento de tratar de ir por ella y envolverla en sus brazos, el dolor que había retenido en sus pantalones era mayor ahora. Vio la sonrisa maliciosa de su esposa y por fin lo comprendió, ese líquido rosa que creía era dulce, porque se veía y sabia exactamente igual.... Era afrodisíaco.
sonrio picaro y adolorido.
Ahora recordaba que no solo lo había cautivado su belleza, liderazgo y demás, si no también su mente malvada y maestra. Callo sentado en la silla de cuero negro, sus afiladas garras salieron a la vista y ahora arañaban el escritorio.
- que comience la acción - se burlo crista sacando el bote negro.
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Talan, quien se dirigía a esposarse en su habitación y no tratar de encontrar a la pareja que sabia no estaba en su manada, solo pasaba por casualidad por la oficina de su padre y pudo oír los gemidos frenéticos de sus progenitores y el estruendo de un cristal romperse. No pudo evitar asomarse por la cerradura echándole la culpa a la curiosidad de los felinos.
Ahora si lo había visto TODO.
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Llego la hora, no sabia que mas hacer, mas que dirigirse al arroyo y limpiar el sudor frío de sus manos en la ropa, para calmar un poco sus nervios compro una lata de refresco, no sirvió y la tiro.
Se paro en frente de una tienda. Examinaba en lo cristales si estaba vestida para la ocasión, realmente no importaba si iba a quitarse las prendas en el acto, aun que trato de retrasar el momento. Las ultimas calles que dirigían al bosque estaban abandonadas y oscuras, casi todas las personas debían encontrarse en el centro de reunión el cual quedaría abandonado como un pueblo fantasma a las doce de la noche.
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¿compañero?
Romancekenna sabia que ese lugar era hermoso, no podía evitar ir y observar a la otra manada de leones, pero eso se acabo cuando un depredador la encontró y de no haber sido por su hermano quizá no hubiera salido de esta, juro nunca volver, pero unas gatas...