To the other side

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Aclaraciones
> Apariencias de Karmaland
> Ruwillgan
> Menciones Rubegetta

To the other side

En su cabeza solamente volaba de acá para allá su última discusión con Samuel que lo había llevado a ese bar en medio de la nadar. Simplemente había tomado su motocicleta y había conducido hasta que se sintió perdido en la carretera y decidió detenerse.

Estaba vacío a excepción del barman. Se sentó en la barra y se restregó el rostro con cansancio.

—Un whisky con hielo, por favor.—Rubén odiaba el whisky, pero Samuel también así que la rabia en sus venas lo llevaron a hacer lo contrario a lo que su novio haría. Se imaginó su rostro disgustado, su ceño fruncido, y su voz queda de enojado cuestionando su pedido.

El barman lo preparó con destreza y se lo dejó enfrente. Rubén ignoró el guiño y le dio una probada. El fuerte sabor, levemente frío, le golpeó las papilas gustativas y le hizo toser.

Sentía rabia, siempre sentía rabia. Últimamente Samuel lo hacía sentir rabia. "No me importa lo que tengas que decir, Rubén, tú no has vivido lo que yo." No, él no había vivido lo que Samuel tanto sufrió, pero tampoco tuvo una vida difícil. Y siempre había estado allí para apoyarlo, ¿por qué no importaba cuando tenía algo para decir? Se supone que iban a alcanzar el sueño juntos, no solo él.

Le dio otro sorbo al whisky y se lo terminó de golpe. Una vez más tosiendo por el fuerte sabor. El alcohol golpeó levemente su cabeza. Estaba fuerte y su resistencia no era realmente muy buena. A Samuel no le gustaba tomar.

A Samuel no parecía gustarle nada de lo que hacía últimamente.

Un cuerpo desconocido se sentó a su lado y se giró dispuesto a mirarlo de mala manera, había otros bancos para tomar, ¿por qué elegía el que se encontraba al lado suyo? Antes de poder decir algo se fijó en que el hombre llevaba una máscara y que parecía estar viéndolo detenidamente.

Lo reconoció. Lo reconoció y se le aceleró el pulso. Esa máscara la reconocería cualquiera de los barrios bajos, y él solía ser de los barrios bajos. Los ojos rojos y la mueca brillante, el negro resaltando el color. Rubén tragó en seco y puso la mirada más seria que le salió en el momento.

—¿Necesitas algo?

—Estás en mi bar, así que creo que estás necesitando algo tú.

Definitivamente no sabía dónde estaba y menos sabía a quién pertenecía el bar. Tragó levemente incómodo y se acomodó sobre el taburete. Un nuevo vaso de whisky apareció frente a sus narices. El ruido del vaso deslizándose le generó un cosquilleo en la nuca.

—Eres una persona muy difícil de encontrar, Ours noir.

—Se pronuncia urgse nua.—Los dolores de cabeza que Samuel le había causado por no saber pronunciarlo le hicieron corregir la falta de pronunciación automáticamente. El líder de La Hermandad Oscura se disculpó con un gesto leve e inclinó la cabeza curioso, aún observándolo.

—Llevo meses intentando coincidir contigo. Y hoy, como si estuviera escrito, tengo la oportunidad, así que pondré la oferta sobre la mesa aprovechando la soledad del lugar.

Levantó la mirada y se fijó en que estaban completamente solos, el barman había desaparecido por completo.

—¿Qué oferta sería esa, Rex?—El albino de la máscara se sentó sobre la barra y miró la pared de atrás. Rubén no giró, prefirió quedarse observando los cubos de hielo dentro de su bebida alcohólica.

—Únete a la hermandad oscura.

Silencio. Un silencio largo y denso que pareció robar la vitalidad de la conversación. De aquellos que hace titilar la luz bajo las miradas atentas y que te acarician lentamente los oídos.

One-Shots RubbowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora