Los días transcurrieron y como mucho faltaban cuatro días para que los chicos de Blue lock terminen su descanso.
¿Como lo sabía?
Pues Oliver siempre me llamaba para preguntar si al fin aceptaría la propuesta, hace dos días me vino a "visitar", así es, entre comillas porque solo vino a reprocharme porque aún no tomaba una decisión. Mi mirada se desvía finalmente hacia adelante, admirando como un gato arañaba un árbol. Sonrió ante eso, en cierto modo era tierno.
No dire que he pensado en eso de la propuesta porque eso sería una vil mentira, he intentado alejar esos pensamientos como si fueran una plaga. ¿Era exagerado? Si, lo era.
¿Pero porque?
A veces mis pensamientos me traicionan y cuando recuerdo que aún no tengo respuesta, se me viene a la mente las palabras de mi padre y las de Rin. Si no me arriesgaba, no llegare hacer la mejor. Pero por más que lo tuviera en claro, seguía sin tomar una jodida decisión.
Si, era cobardía como dijo Rin.
Me aferró demasiado al fútbol, y el solo hecho de pensar que si hago algo estúpido y que todo se vaya a la mierda me hace sentir un vacío en mi pecho. Una fuerte brisa arrasa el lugar e instintivamente abrazo mis brazos que se han erizado por el frio del momento.
Me encontraba justo en el porche de mi casa, sentada en las escaleras del mismo admirando las calles. Ya estaba comenzando a oscurecer, deberían de ser aproximadamente las siete de la tarde.
Justo ahora, se me antojaba un chocolate caliente. Hago un ligero puchero por eso, había en la alacena pero me daba mucha pereza levantarme.
Un Uber negro se abre paso en las calles y se estaciona frente a mis vecinos, osea, los Itoshi. De el baja la madre de Sae y Rin justo con este último, que tenía su cara de pocos amigos.
¿No tenía otra cara?
Ambos cargaban bolsas de compras, la mayoría las cargaba Rin así que puedo adivinar el porque de su mal humor. La madre de Rin era todo lo contrario a los dos hermanos, mientras ellos eran unos jodidos amargados su madre era una hermosa señora simpática y amable.
Cuando estaba pequeña siempre solía darme galletas recién horneadas, podría decir que las mejores que he probado.
La conocía porque era mi vecina, más sin embargo cuando era novia de Sae el nunca me presento ante ella como su novia. No la veía desde que me fui a España con el, las veces que el venía siempre se encargaba de dejarme aquí en casa de mis padres.
Lo que me llevaba a pensar a veces si era que en realidad estaba avergonzado de mi, me dolía, pero siempre lo excusaba cómo siempre porque así era el.
— ¡Calabazaaa! — una dulce voz me grita
Dios, no me llamaba así desde que me fui. Giro en su dirección con las mejillas calientes.
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𝐇𝐎𝐏𝐄 - 𝐈𝐭𝐨𝐬𝐡𝐢 𝐫𝐢𝐧/𝐁𝐥𝐮𝐞 𝐥𝐨𝐜𝐤
Fanfic𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐬𝐮𝐩𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐧𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 h𝐞𝐜𝐡𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐦í, 𝐭𝐮 𝐦𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐜𝐚𝐭𝐚𝐬𝐭𝐞.