𝐇𝐎𝐏𝐄 - 𝐈𝐭𝐨𝐬𝐡𝐢 𝐫𝐢𝐧/𝐁𝐥𝐮𝐞 𝐥𝐨𝐜𝐤

𝐓𝐡𝐫𝐢𝐭𝐞𝐞𝐧

Le agradezco a Yukimiya el que no me dejara sola con el Idiota de Kaiser en el baño, aunque el pobre parecía un tomate por estar esperándome detrás de la puerta cuando sabía que estaba desnuda, yo también lo estaba. Pero si algo me enseñó mi padre es el no confiar abiertamente en los hombres, específicamente como Kaiser, aunque si me lo preguntas, no creo que sea de esos que miran o acosan a las mujeres sin su permiso. Solo basta que el solo sonría de manera encantadora y les hable lindo para que caigan rendidas a sus pies.

No las culpo, enserio si no hubiera sacado el carácter de mi padre, como mi ego y mi orgullo creo que seria como ellas. Pero es mejor no demostrarlo.

Soy fiel creyente de que mientras menos le demuestres a las personas es mucho mejor, luego no encuentran una manera de como joderte.

Pero en fin, a lo que voy es que con los hombres nunca se sabe. Y mujer precavida vale por dos ¿No?

Deslizo el mono deportivo de Kenyu por mis voluptuosas piernas y su chaqueta a juego, me quedaba un poco grande puesto a que yo no tengo músculos tan grandes como los de Yukimiya y ni hablar de su altura. Todavía escucho el agua correr del cubículo de al lado indicándome de que Kaiser aún estaba duchandose, así que me apresuró a recoger mis cosas para no tener que encontrarme con el nuevamente.

Salgo con un sonrisa de disculpa.

— Perdón por la tardanza. Si me acompañas a la habitación puedo devolver-

El me interrumpe con una sonrisa.

— No te preocupes, claro que te acompañaré — Aclara — Pero no es necesario devolverme la pijama ahora, puedes hacerlo mañana.

Enserio, todavía no puedo entender como este hombre no tiene novia.

Nisiquiera puedo decir que es por ser feo. ¡Era extremadamente atractivo! Además, es un chico muy dulce y amable. Supongo que es porque es Alguien completamente centrado en sus planes, me gusta eso.

Le sonrió agradecida nuevamente y salimos en silencio del baño, el sostenía mis cosas de aseo -cabe de aclarar que no quise abusar pero insistió tanto en llevarlo que no pude negarme- y dejó que me guíe a la habitación, por qué si, todavia no se llegar por este laberinto.

Estaba considerando muy seriamente en seguir entrenando más tarde, después de todo todavía era temprano, lo que me detenía era el hecho de que si lo hacía luego de la cena me daria hambre después y la comida deliciosa aquí digamos que es un lujo que por ahora no poseo debido el nivel en el que estoy justo Ahora.

Dios, quisiera un trozo de carne, lo necesito.

Aparte de esforzarme por quedar en los regulares también lo hago por comer bien y quedar satisfecha.

Maldito Ego Jinpachi, me cae mal solo por eso.

Una vez llego a mi habitación me despido de Yukimiya y agradecerle por ayudarme, me atrevo a decir que es el que más se preocupa por mi y eso que no nos conocemos mucho, Pero igual lo agradezco.