𝟏𝟒. 𝐋𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐫𝐨.

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Escucha los latidos de mi corazón, tu nombre está llamando por propia voluntad. En esta oscuridad estás brillando tanto.
Dame tu mano ahora y sálvame.❞
Save me - BTS.
•••

Johan.

Escucho voces distorsionadas, sonidos que son inentendibles. Todo lo veo oscuro, no puedo moverme, pero puedo percibir los enérgicos latidos de mi corazón en el oído. Comienzo a sentir un poco de pánico por no lograr mover mi cuerpo. Un nombre se menciona en los labios de alguien, se escucha lejano, es una voz masculina llena de preocupación que no reconozco. En realidad, no entiendo nada de lo que está pasando y el pánico en mi interior comienza  a subir de nivel.

Hago un esfuerzo enorme por abrir los ojos, es cuando el dolor general me atraviesa el cuerpo entero, gruño entre dientes, me renuevo en lo que parece ser una camilla de hospital, ¿Qué estoy haciendo aquí? Me cuesta respirar, el sonido tridente de una alarma o máquina aumenta según los latidos de mi corazón lo hacen. La voz vuelve hablar, está vez mis ojos apenas  entreabiertos captan de forma vaga un rostro, es un hombre mayor cómo de unos cincuenta años, tiene lágrimas en los ojos y al parecer intenta calmarme.

La cuestión es que no puedo porque me duele la cabeza como los mil demonios, me tortura de una manera atroz que no me deja pensar con claridad. Siento lágrimas caer a los costados de mis ojos mientras trato de respirar normalmente o de hablar, tampoco puedo a causa del tubo que atraviesa mi garganta.

Tranquilo, hijo, todo estará bien.

El ruido ensordecedor de la máquina me aturde, sollozo sin poder controlarme. Entran personas vestidas de blanco y azul, los médicos y enfermeras me rodean, le piden aquel hombre que estaba a mi lado que se marche, puedo ver su rostro angustiado. ¿Quién es? Logré escuchar que dijo… hijo. ¿Acaso es mi padre?

Ahogo un grito cuando siento que mi cabeza se parte en dos. Arde, quema, intento llevar mis manos hacia ella con el propósito de detener esto, pero una de los enfermeros me lo impiden sosteniendo mis brazos a los costados de mi cuerpo, colocan por medio de una jeringa algún líquido en la bolsa del suero. Solo pasan minutos cuando comienzo a sentir que el dolor disminuye y con eso mis sentidos se apagan.

Tengo miedo, no sé que está pasando, no sé dónde estoy. ¿Quién soy?

Me quedo observando a Ayla esperando a que me diga que todo es una maldita broma, sigue quieta en su lugar demostrando a través de su rostro sonrojado húmedo por las lágrimas y la rigidez en su cuerpo que habla muy en serio. Esto es una locura, una fantasiosa historia que ella se invento porque aún no ha superado la muerte de su novio y solo quiere hacerme creer que soy él al parecernos tanto.

Esas fotos deben estar trucadas. Tiene que ser eso y no lo que dice. Papá no pudo mentirme así, no sería capaz de hacer eso, ¿no es así? Él estuvo conmigo desde el minuto en que desperté sin memoria en el hospital. Tiene que haber una maldita explicación que no sea la que ella me dio. Que… que no soy quien dice soy. Estoy demasiado confundido, me duele la cabeza.

—Johan.

—¡No!

Su rostro se ve opacado por el desconcierto ante mi inmediato rechazo, se da cuenta que no creo absolutamente nada de lo que dice. Sus ojos se nublan de nuevas lágrimas, mi corazón se estruja de verla tan desamparada que solo quiero protegerla entre mis brazos, lo cual sería muy contradictorio ante la acción que quiero cometer.

Me siento sofocado, quiero salir, me duele el pecho, me cuesta respirar. Me tambaleó un poco intentando voltear para buscar la salida, Ayla me llama, pero mi cabeza está tan revuelta que solo quiero huir veloz de aquí. Esa parte desconocida que me indica que conozco a Ayla me dice que acceda a su ayuda, pero mi lado racional —supongo— me dice que corra, que escape de toda esta nueva y loca revelación.

𝐁𝐚𝐜𝐤 𝐓𝐨 𝐌𝐞ᴶᴶᴷ  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora