Su cuerpo tiembla en ligeros espasmos a causa del llanto. Ha mojado parte de mi hombro, pero es lo que menos me importa. Estuve todo el día preocupada, nunca atendió las cientos de llamadas que le hice. Temí por un momento que realmente no me creyera, siendo la inevitable razón de perderlo para siempre.
Estoy muy segura de quién es él, nadie más puede tener esos recuerdos de la forma como los tiene, sus lunares o la cicatriz, que entienda el coreano a la perfección. La química innegable que tenemos, los encuentros desde el principio. Johan es JungKook y debo ayudarle a encontrarse.
—¿Lala?
Escucho la voz de mi padre detrás, Johan tensa sus brazos alrededor de mi espalda cesando un poco su llanto, aún así no me suelta. Cierro la puerta, apenas separándome de su anatomía lo guío hasta el living dónde mi padre nos sigue y se encuentra Franz, un amigo que vino a visitarme. Ambos nos miran sin comprender lo que ocurre, Franz no conoce a Johan, pero mi padre si. Su rostro es de puro desconcierto, mezclado con el espanto al saber que a quien ve es quien fue mi novio, JungKook.
—¿Podrían dejarnos a solas un momento, por favor? —estoy sentada junto a Johan, quien cabizbajo sostiene mi mano con fuerza— appa, ¿te molestaría preparar té? —observa al pelinegro, sigue impactado— ¡Appa!
—Si, si, claro que sí.
Se marchan ambos compartiendo miradas cómplices nos quedamos solos, eso parece relajarle, esnifa, se mece lento de atrás hacia adelante. Tiene el rostro sonrojado, peino algunos mechones de cabello que caen sobre su frente expuesta hacia atrás, solo quiero abrazarlo y jamás soltarlo. Cuando estoy por hablar él lo hace primero.
—Necesito que me digas la verdad, necesito saber porque me siento tan confundido con lo que siento —me mira, me destruye verlo tan abatido— porqué debo creerte, porqué siento que te creo.
—Tienes que saber que lo poco que sé es por corazonadas que he tenido junto algunos detalles.
—¿No tienes pruebas concisas, solo sospechas?
Entiendo que este renuente hasta para mí sigue siendo algo confuso.
—¿Realmente crees que soy ese tal… JungKook?
—Lo eres —me alejo un poco mirando nuestras manos— también podríamos realizar un examen de ADN para que termines de convencerte.
Me mira, analiza mis palabras en busca de indicios de mentira, pero no las encontrará porque estoy muy segura de lo que digo. No he hablado con Yoongi o Namjoon, no he podido avisarles lo que ocurrió ante mi preocupación desmedida por la huida de Johan la noche anterior cuando le dije quien era. Tuve que realizar mi rutina cotidiana al otro día esperando impaciente por alguna respuesta. Al llegar la noche ya tenía a mi padre y Franz esperando por mí en la recepción de mi edificio. Y ahora Johan aquí.
—Esta bien —asiente, me toma por sorpresa— haré ese examen, llévame a dónde se supone pertenezco.
Mi padre entra con una taza humeante de té, se la tiende al pelinegro y este lo acepta agradeciéndole en un susurro bajo, bebe un sorbo antes de dejar la taza sobre la mesa de café volviendo a sujetar mi mano en la suya.
—¿Ayla? —appa espera una explicación, tal vez sea el momento de reunir más aliados.
—¿Podrías llamar a Franz?
Asiente, el chico llega un minuto después, ambos toman asiento frente a nosotros con la inquieta curiosidad por saber de que trata toda esta situación con un tono de dramatismo. Con el nudo oprimiéndome la garganta les cuento omitiendo ciertos detalles, todo. Desde que me encontré con Johan por primera vez, hasta el descubrimiento de que él podría ser, en realidad JungKook y nos han estado engañado.
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𝐁𝐚𝐜𝐤 𝐓𝐨 𝐌𝐞ᴶᴶᴷ [COMPLETA]
Hayran KurguHan pasado dos años, Ayla sigue su vida a pesar del insoportable dolor de perdida, sentimiento que la motiva a escalar en su carrera, convirtiéndose en una ascendente diseñadora de modas. Pero un viaje a Alemania la reencuentra con una persona de su...