Capítulo V

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______(tn) se levantó a la mañana siguiente sintiéndose extrañamente inquieta. Había sido una noche larga e insomne, se había quedado horas despierta rodando en la cama de un lado al otro incapaz de relajarse. Sin embargo la ausencia de Lee no le había traído ningún alivio muy por el contrario.

Bastaba pensar en ese beso para que su sangre hirviese en sus venas y ella se preguntaba si en vez de estar aliviada por la ausencia de su marido no debería sentirse insultada.

Siempre había sabido que los hombres la consideraban una mujer atractiva aunque hubiese pasado la mayor parte de su vida intentando ignorar ese hecho. Estar a la altura de sus hermanos, ayudar a su padre a administrar Belvry y ver que su éxito era reconocido había sido mucho más importantes que la belleza física para la muchacha solitaria criada en un ambiente marcadamente masculino. Su familia jamás le había dado importancia a su apariencia y si a sus habilidades como la lady del castillo.

Sin embargo otros hombres acostumbraban a valorizar cualidades superficiales como la belleza por ejemplo y hasta manifestaban ciertas preferencias.

De repente ______(tn) se preguntó cuáles serían las preferencias de Lee en relación al sexo opuesto. Tal vez mujeres altas, morenas, de curvas generosas. Irritada consigo misma, buscó ignorar esos pensamientos. No le importaba en lo más mínimo el Caballero Rojo o ¡sus predilecciones!

La única cosa que le interesaba ahora eran las concesiones que había recibido, tenía mil planes para el castillo. En verdad, Dunmurrow no estaría tan deteriorado si Lee le diese carta blanca para administrarlo. Y después de anoche, sospechaba que iba a lograr tener éxito en ese emprendimiento. Después de todo él había parecido sufrir una transformación durante la cena. ¡Y qué transformación!

En un momento rugía como una fiera y en el siguiente...

Sin que pudiese evitar el impulso, ______(tn) tocó sus labios con las puntas de sus dedos, recordando el beso apasionado que habían intercambiado. ¿Cómo había sido capaz de retribuir ese beso con tanto ardor? Por primera vez desde la celebración del casamiento se preguntaba qué se estaría perdiendo por no consumarlo. ¡No! ¡Qué tontería! Un beso era una cosa, compartir la cama con alguien era otra bastante diferente. Para completar el cuadro el Caballero Rojo tampoco podía ser considerado un hombre común sino un enigma cuya cara o cuerpo ni siquiera había llegado a ver.

Ella se estremeció, apenas lograba creer que por propia voluntad había tenido el coraje de abrazar a un completo extraño. De repente la reputación aterradora de Lee pareció pesar sobre sus hombros como un manto insostenible. Pero, a pesar de todos los rumores, Edith se engañaba a respecto de un detalle, el Caballero Rojo definitivamente no era una sombra sino de carne y hueso. Ella misma podía confirmar ese detalle, pues el contacto con ese cuerpo sólido la había dejado excitada...

Irritada, ______(tn) buscó desviar el rumbo de sus pensamientos. A pesar de los besos de Lee no eran... detestables y a pesar de que él le hubiese permitido hacer cambios en el castillo no se sentía lista para dejar sus planes de lado. Continuaba determinada a construir un falso árbol genealógico y conseguir la anulación del matrimonio y cuanto más rápido mejor.

Mientras tanto trataría de modificar el castillo de Dunmurrow, era el tipo de trabajo que sabía hacer a la perfección.

Si su apariencia física no le agradaba a Lee poco podía hacer a ese respecto pero le mostraría sus cualidades administrativas. Eventualmente, el Caballero Rojo quedaría satisfecho con sus esfuerzos.

No era que le diese alguna importancia a la opinión de Lee, tampoco era por él que decidió ponerse uno de sus vestidos preferidos. Un vestido de terciopelo azul claro, con bordados en un tono más oscuro en el cuello y las mangas, el contraste de la tela con su piel y sus cabellos (tono de tu cabello) realmente la favorecía.

Casada con el diablo (Hyukjae y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora