Capítulo IV

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______(tn) no tenía mucha certeza de cuánto tiempo permaneció despierta luchando contra la ansiedad y aguardando la llegada de su marido antes de adormecerse. Aunque se sintiese un poco desorientada al despertar, no demoró mucho en acordarse que estaba en Dunmurrow, el castillo del Caballero Rojo.

Inmediatamente alerta abrió los ojos con el corazón latiendo descompasadamente en su pecho.

Luchando contra el pánico creciente miró a su alrededor, temiendo encontrar la figura siniestra de su marido en la cama a su lado. Pero no; estaba sola. El cuarto continuaba igual que horas atrás a excepción de las velas que se habían consumido hasta el fin y el fuego casi extinguido en la chimenea.

¿Sería que Lee había venido a verla como una sombra negra y silenciosa? Las primeras luces de la mañana buscaban filtrarse a través de las pesadas cortinas de terciopelo.

______(tn) se sentó, la sorpresa inesperada la dejó atontada. ¡Lee no había venido a su cuarto! El alivio que esa conclusión le trajo fue tan intenso que tuvo ganas de reírse. ¿Cuál era el significado de esa actitud?

Sólo había una única explicación posible: él no la deseaba.

No tiene importancia, pensó con una puntada de orgullo femenino herido. Tampoco ella lo quería. ¿Y quién podría desearlo? después de todo el Caballero Rojo no era más que una criatura sin rostro y sin forma que se escondía en las sombras y que aterrorizaba a las personas con su reputación terrible y su temperamento explosivo.

Sería una verdadera bendición quedar libre de sus atenciones y como él no había querido poseerla en la noche de bodas probablemente no iría a hacerlo nunca. Apenas conseguía creer en su buena suerte.

No precisaría acostarse con el Caballero Rojo, ni enfrentar sus pasiones animales o ser obligada a soportar una iniciación sexual dolorosa y probablemente humillante al extremo.

Esa era la primera cosa buena que le había sucedido desde que había puesto los pies en Dunmurrow. Si al menos no fuese obligada a permanecer allí. Le parecía obvio que Lee no la deseaba, por lo tanto debería haber una manera de convencerlo de dejarla ir a su casa. Sin embargo el recuerdo de la noche anterior cuando discutieron sobre el asunto la llenó de desánimo.

Para un hombre que decía despreciarla el Caballero Rojo era bastante posesivo. ¡Hombres! Todos querían mandar y dictar reglas como si tuviesen el derecho divino de decidir el destino de las personas. Tal vez él insistiese en mantenerla en Dunmurrow con el único objetivo de castigarla por haberlo escogido como marido. No, no era posible que el lord fuese tan mezquino y cruel, a pesar de su reputación terrible.

Sentada en la cama, ella dobló sus piernas junto a su cuerpo y apoyó el mentón sobres sus rodillas. Qué pena que él no acordase con la disolución del matrimonio porque desgraciadamente no podía tomar ninguna actitud a ese respecto sola. También le había sido negada la posibilidad de afirmar que había sido forzada a casarse, pero... ______(tn) casi tuvo un shock con la idea que se le acababa de ocurrir.

Había una manera de anular la unión de ellos dos. ¡Sí!. Y una manera que no exigía el consentimiento de Lee. Relaciones en las que las parejas compartían un parentesco de sangre de hasta cuarto grado eran inválidos para la iglesia. En verdad no había cualquier parentesco con el barón. Sólo necesitaba decir que...

Ella sonrió con sus esperanzas renovadas, era de conocimiento general que los hombres a veces inventaban falsos ancestros solamente para verse libres de las esposas impuestas. Tal vez el plan fuese improbablemente exitoso pero la existencia de una pequeña chance valía la pena el esfuerzo. ______(tn) saltó de la cama, riendo feliz con la posibilidad de recuperar su libertad. Sería un placer derrotar al Caballero Rojo.

Casada con el diablo (Hyukjae y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora