[ I was just a kid ]

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4 años.

—¿Así? —preguntó Camilo, ajustando su cabello.

—No, es menos "vomulinoso".. —respondió Mirabel pensativa, trabandose al intentar decir "voluminoso".

El chico trataba de disfrazarse de su prima, tenían planeado hacer bromas a los pueblerinos, iban a fingir que Mirabel tenía una gemela que había estado escondida, interpretada por el pequeño.

Ya sé había puesto un vestido de su prima, sus zapatos y pulseras, el toque final era su cabello.

El de rizos tomó un libro grueso de cocina de Julieta y procedió a ponérselo en su cabello, intentando que no se resbale de su cabeza.

—¿Qué haces? —inquirió la morena.

—Me aplasto el cabello para que sea menos "vomulinoso". —dio una amplia sonrisa, mostrando sus dientes pequeños y un tanto torcidos.

Mirabel rió y le sacó el libro de la cabeza, le sonrió a su primo con dulzura.

—Creo que el cabello está bien, eres igualito a mi, aunque te faltan unos lentes.

—No puedo usar lentes, no estoy ciego. —exclamó con sorpresa, pensaba que si se ponía lentes quedaría mal de vista y tendría que usarlos por siempre.

—Yo tampoco estoy ciega. —clamó la infante.

—Estás ciega, como un gato albino. —Camilo le sacó la lengua, Mirabel imitó el gesto.

—¿Haremos la broma o no? Ya van a servir el almuerzo y no te pueden ver así antes que los pueblerinos.

—¿Así? ¿Así como? —Camilo miró con inocencia el vestido de su prima que llevaba puesto.

—Es que te ves muy parecido a mí, si te ven van a pensar que tengo una gemela y se van a asustar.. —Ella chasqueó su lengua.

—Es cierto, vamos, corre.

Se tomaron de las manos y corrieron al pueblo, con la brisa golpeteandoles sus rostros, sus zapatos resonando en el suelo con cada paso, las hojas revoloteando en forma de espiral hasta dar con la tierra.

Los pájaros cantaban y las mariposas se posaban ante el maravilloso paisaje, el Sol sonreía deslumbrante y con orgullo mientras el río murmuraba tranquilo.

Ese momento de esplendura en el que nada importaba, sus risas componían una sinfonía dulce que acaramelaba sus oídos, no había preocupaciones de nada, ni sentían que tenían que enorgullecer a nadie. Sólo importaba seguir corriendo y riendo.

Corrieron tomados de la mano hacia el primer pueblerino, un sastre de cara redonda y cuerpo robusto. Quien sonrió al reconocer a Mirabel.

—Bel, buenos días, ¿sabes dónde está tú hermana Isa..-? —fue interrumpido, pues el pequeño Camilo apareció detrás de la de cabello rizado, sonriendo con inocencia mientras se ajustaba una pulsera de cuentas.

—Esta es mi gemela, Mirandibel. —El sastre parpadeó dos veces, estaba viendo al hijo de Pepa con un vestido y pulseras, mientras ambos infantes aguantaban la risa.

𝐌𝐈𝐑𝐑𝐎𝐑 - Camilo Madrigal's POVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora