Milagros y Juan
Mili sonrió suavemente cuando la puerta principal se abrió mientras él se acercaba. Juan le devolvió la sonrisa, envolviendo una mano alrededor de su muñeca para empujarla hacia adentro. Podía oler marihuana, los cigarrillos y el alcohol en él y vio las sustancias reflejadas en su rostro. Ella envolvió su brazo libre alrededor de su cuello, tirando de él en un beso. Podía saborear tequila y humo en su lengua.
"Hola, hermosa." exhaló cuando terminó el beso.
"Hola desaparecido." respondió ella, sonriéndole.
"Estuve pensando en vos todo el mes, sabés morocha"
"¿De verdad?"
"Mmmmmm." dijo, guiándola a través del living, por el pasillo hasta el dormitorio. "Estuve pensando en cómo me apretaste la verga tan fuerte la última vez que nos vimos. Pensando en cómo debería habertela metido en la garganta esa vez."
Milagros sintió que la humedad inundaba su bombacha y su mano se apretó alrededor de la de él. Ella sabía que todo esto estaba mal, Juan tenía mujer y un hijo, pero estos encuentros la hacían perder toda moral. Aunque él le prometió que si ganaban el mundial dejaría a su pareja, en las redes se mostraban "más fuertes que nunca", sin embargo, a ella no le importaba seguir siendo la otra.
Se giró para mirarlo, manteniéndose contra el marco de la puerta. "¿Queres cogerme la boca, bebé?" ella preguntó.
"De rodillas."
Su ritmo cardíaco se aceleró rápidamente y un rubor coloreó sus mejillas. Él arqueó una ceja cuando ella no se movió. La mirada solo hizo que sus muslos se apretaran y se arrodilló frente a él. Una lenta sonrisa se extendió por su boca.
"Vas a sacar mi verga y vas a poner tus manos sobre tus rodillas. Decí 'sí, señor' si entendiste".
"Sí, señor." exhaló, su corazón latía tan rápido que estaba segura de que él podía verlo a través de su remera.
"Más fuerte".
"Sí, señor." dijo, manteniendo su voz fuerte.
"Que buena putita que sos." Juan murmuró mientras daba un paso más cerca de ella.
Mili tomó el movimiento como una indicación y levantó las manos hasta su cinturón. Cuando él no la detuvo, se dispuso a hacer un trabajo rápido con el botón y la bragueta de sus pantalones. Sintió que se le hacía agua la boca cuando vio el bulto presionando contra su bóxer. Ella movió el material hacia abajo y fuera del camino hasta que su miembro se liberó. Detuvo sus dedos justo antes de envolver alrededor de la base y levantó los ojos hacia los de él mientras bajaba las manos hasta las rodillas.
"Solo con tu boca."
Ella le sonrió, luego tomó solo la cabeza de su pija en su boca. Pasó la lengua a lo largo de la base, saboreando el líquido preseminal que se acumulaba allí, antes de girar la lengua por completo alrededor de la cabeza. Él gruñó bajo en su garganta y sus manos agarraron su cabello.
"Toca dos veces mi pierna si querés parar. Asentí si lo entendes" dijo entre dientes. La morocha asintió rápidamente, mirándolo a los ojos. "Sos tan linda con mi pija en la boca". Ella chupó con fuerza contra la cabeza y sintió la humedad acumularse entre sus piernas cuando sus ojos se cerraron. "La puta que te parió pendeja"
Su agarre en su cabello se hizo más fuerte y tiró de su cabeza hacia su cuerpo, empujando su miembro más adentro de su boca. Milagros abrió la garganta, tragando contra su pene cuando la punta tocó la parte posterior de su boca. Juan echó la cabeza hacia atrás hasta que solo le quedó la punta en la boca antes de empujar hacia adelante. Ella respiró por la nariz cuando él comenzó a cogerle la boca, aumentando la velocidad con cada embestida.
