Romina y Cristian
A Romina le desagrada casi de inmediato.
De alguna manera, su mejor amigo la convence de unirse a él en su cita de Grindr en el departamento de un pibe.
El departamento es agradable, bastante limpio para un lugar ocupado por un jugador de fútbol soltero. La cita de su amigo, que se presenta como Son, es muy educado, le ofrece cerveza o agua, antes de comenzar a mirar a su amigo.
Romina no se sorprende cuando desaparecen en su habitación alrededor de los cinco minutos y se alegra de haber aceptado esa cerveza. Al menos el compañero de cuarto no parecía estar cerca, así que no tenía que pasar el rato con alguien al azar.
Se derrumba en el sofá de la sala de estar de Son con un suspiro y toma un largo sorbo de su cerveza. Realmente espera que su amigo no se ponga demasiado ruidoso. No sería la primera vez que lo escucha con alguien, pero en su departamento podría ponerse los auriculares. Estaba como atrapada acá.
"Eu."
Su cabeza se gira hacia la derecha ante el sonido de la voz. Ella mira hacia arriba para encontrar a un chico parado al final del sillón: el compañero de cuarto debe ser. Más o menos de su edad, tal vez un poco mayor, con una remera blanca y un short de fútbol.
"Ah hola." Se levanta del sillón rápidamente. "Perdón, no me di cuenta de que estabas acá".
Sus ojos la recorren, lentos y decididos, observándola descaradamente. Este tipo no estaba nada mal, en realidad todo lo contrario, pero ¿no podía al menos tratar de ser sutil?
"Soy Romi", dice, extendiendo la mano.
Él mira su mano y resopla.
"Bueno. Soy Cuti, el amigo del Sonny. Él asiente hacia el sofá. "Podés sentarte."
"Ah." El amigo 'del' Sonny no era tan educado como él. Ella se deja caer de nuevo en su asiento. "Mi amigo está, con... con tu amigo".
"Sí, me imaginé", dice mientras se acerca a la heladera para agarrar una cerveza. "¿Siempre te colas en sus citas de Grindr?"
"No", responde ella, frunciendo el ceño. “Estaba tratando de ser una buena amiga. Me pidió que fuera con él en caso de que tu amigo fuera un rarito. O un asesino en serie."
Él resopla de nuevo mientras toma asiento a su lado. "Piola".
Ella lo ve tomar un trago de la botella de cerveza, los labios se cierran alrededor del final. Es bastante lindo, piensa ella, incluso si usa una gorra: están adentro y viven en Inglaterra.
También parece una especie de pelotudo, así que eso es todo.
Él se vuelve hacia ella, la mira de nuevo y Romina trata de bajarse el dobladillo de la pollera. Al final del pasillo, comienzan los golpes rítmicos. Ella arruga la nariz con disgusto. Cristian parece imperturbable, todavía concentrado en ella.
"¿Así que estudías no? ¿Sos medio la amiga nerd?"
"¿Qué?" ella chasquea. "¿Por qué pensas eso?"