1O

109 7 0
                                    


Uno de sus hábitos favoritos desde que comenzó a intentar cosas nuevas era dibujar.
Cuando entró al curso que vió por internet no se sentía tan seguro de si lograría dibujar al menos un rostro, sin embargo actualmente su cuarto se encontraba lleno de dibujos de todo tipo.

Aunque el cariño que le había agarrado al dibujo nunca pudo opacar su amor por la danza.
Cada vez que deseaba despejar su mente, iba al salón de su casa y bailaba cualquier cosa. Solo cerraba los ojos mientras escuchaba la música y se movía al son de esta.

Muchas veces, cuando quería expresar sus sensaciones o simplemente sacarlas de alguna forma, se ponía a dibujar.
A veces salía un rostro muy conocido para el, otras realmente ni siquiera llegaba a entender sus trazos en el papel, quizás solo rayones para descargarse o algún tipo de figura rara que los demás no entendían hasta que se los explicaba.

El dibujo había sido una nueva forma de expresarse.

Pero el baile siempre sería parte de él.

Por lo tanto, una tarde, cuando no tenía nada más que hacer a parte de pensar, bajó al cuarto especial para danzar que tenía en la casa y colocó una canción en piano.

Cerrando sus ojos, suspiró intentando dejar su mente en blanco y comenzó a mover su cuerpo.

Una imagen del castaño tan cerca de él en la fiesta invadió sus pensamientos.

Suspiró nuevamente.

Primero comenzó a mover sus manos. Haciendo cualquier cosa en el aire y luego pasando estás por su cuerpo, por su abdomen, su cuello, su cintura y cadera.

La imagen pasó a ser la de ellos compartiendo el beso que tanto había anhelado en ese momento de cercanía.

Pasó su mano por sus labios para luego extenderla hacia el aire. Comenzó a mover sus piernas dando uno que otro giro.

Los besos del chico en su cuello y las manos de este recorriendo su cintura, esa sensación que tanto extrañó.

Se abrazó a sí mismo recorriendo su abdomen y cintura con sus manos, mientras su cabeza se movía hacia atrás en un círculo totalmente sensual.

Así siguió, con cada toque del contrario en su mente, cada suspiro soltado ese día por la noche y todas las sensaciones recordadas de las veces que sus cuerpos se unieron y compartieron más que una cama.

Cuando dió el último giro, en cuanto la música terminó por completo. En ese preciso momento, fue cuando notó su ojos cristalizados, sus mejillas sonrojadas y sus piernas temblorosas.

Se vió al espejo y luego bajó su mirada al suelo.

Cuando volvió a su habitación, se sentó en su escritorio y tomó su libreta comenzando a trazar la imagen que no salía de su cabeza, la que lo tenía con los nervios a flor de piel.

Cuando terminó de dibujar, suspiró más tranquilo, de alguna forma logró desahogar todo lo que su mente y cuerpo guardaban y deseaban.

Cuando terminó de dibujar, suspiró más tranquilo, de alguna forma logró desahogar todo lo que su mente y cuerpo guardaban y deseaban

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aún te amo [kookmin]²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora