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La noche siguió después de que Vernon y Seokjin llegaran al departamento con una caja más de cervezas.

Quién diría que Jungkook al despertar tirado en su mueble, encontraría botellas por todos lados, el cenicero nuevamente lleno y papeles de snacks por el suelo.
¿Lo peor? Su despertar fue causado por el sonido del timbre, ¿Aún peor? El dolor de cabeza que tuvo al pararse. Pero el balde de agua fría fue ver a través de la pantalla a su padrastro, su madre, su hermana... Y Jimin.

Mierda.

Aún sufriendo por el dolor de cabeza, corrió por la casa recogiendo el basurero, luego se cambió a algo decente e intento despertar con un poco de agua en su rostro de muerto. Todo eso en menos de dos minutos.

Cuando se dirigió a la puerta, el timbre sonó nuevamente y al abrir esta, recibió un abrazo por el cuello de un pequeño cuerpo.
Su hermanita.
Sonrío sin poder evitarlo y estrechó aún más a la mocosa contra su cuerpo.

- ¡Feliz cumpleaños, hyung! - dijo con emoción separándose de él, quien sonrió y acaricio su cabello.

- ¿Que tal estás, mocosa? Unos meses sin vernos y ya creciste, ¿Eh? -

Luego vino un abrazo por su emocionada madre.

- ¡Mi bebé! ¿En qué momento te convertiste en un hombre? - hablo con nostalgia pero con una enorme sonrisa contagiosa.

- Hola, mamá. Te extrañe demasiado - dijo correspondiendo el abrazo.

- De seguro porque no sabes cocinar y necesitabas a tu madre para ello - observó su madre con mirada acusadora.

- Déjalo en paz, mujer, seguramente si que aprendió a cocinar - habló el señor Park haciéndose notar - Feliz cumpleaños, chico. - le sonrió siendo correspondido.

- Gracias, gracias a todos, me alegra que estén aquí - sonrió aún más - Pasen, por favor -

Después de que los mencionados entraran, un tímido pelirrosa camino con la mirada baja, llegando al lado del chico más alto.

- Feliz cumpleaños, Jungkook - murmuró sin mirarlo, sin saber que el contrario admiraba lo lindo que se veía con el cabello rosa - Esto es por parte de todos nosotros, me dijeron que te lo entregara yo - hizo una pequeña sonrisa, extendiendo una caja mediana hacia Jeon.

- Gracias, Jimin - murmuró cerrando la puerta detrás de si.

En un momento, ya habían creado un ambiente familiar, al menos para los adultos y la menor de todos. Dónde hablaban fluidamente mientras la madre de Jungkook preparaba la cena para celebrar y luego cantar cumpleaños con la torta que habían preparado los cuatro para Kook.

Mientras esperaban, los adultos mandaron a los menores a ver televisión, por lo que ahora se encontraban Jimin y Jungkook sentados en el sofá y Sunhee en el suelo por decisión propia.

Park en una esquina y Jeon en la otra. La tensión siendo notable entre ambos, al menos notable para ellos dos.
Quien sabe en qué momento la chica abandonó la sala llendo a ayudar a su madre, solo sabían que estaban solos con una película frente a ellos a la cual no habían prestado atención por estar sumidos en sus pensamientos.

- Emm... - llama la atención Jimin, sin dejar de mirar un punto específico - ¿Estás bien, Jungkook? -

- Si... ¿Por qué la pregunta? -

- Pues... - sin decir más nada, señaló el cenicero a su lado, lleno de colillas de cigarro.

- Oh, eh... Si, eso... Bueno, digamos que ayuda con la ansiedad - rió nervioso, botando el contenido del objeto, para luego sentarse nuevamente.

Aún te amo [kookmin]²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora