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- ¿Perdón...? -

Jimin habló después de unos segundos al no obtener respuesta por parte de la mayor. Sin embargo está negó con la cabeza y volvió a colocarse sus lentes.

- No tienes porqué, Jimin - lo miró tranquila - Dejame decirte que no has hecho nada malo ¿De acuerdo? - el chico bajó la mirada y asintió inseguro - Jimin... - el no volteo hacia ella - Jimin, esto es parte de la superación ¿Si? - el pelirrosa no contestó - ¡Jimin! - llamó un poco más fuerte, él se sobresaltó y por fin le devolvió la mirada.

- Disculpa... -

- No, no te disculpes. Dime... ¿Cómo te sientes con respecto a todo esto? -

Park volvió a quedarse callado unos segundos, intentando crear alguna oración coherente con respecto a sus sentimientos. Suspiró cansado sin poder despegar sus ojos de un punto ciego en la habitación.

- Yo... Me siento culpable... - comenzó tragando saliva - No sé cómo... No sé por qué lo hice... - dijo desanimado formando una mueca de tristeza.

- Muchas veces, es nuestro instinto el que nos lleva a hacer cosas que no deberíamos - contestó la señora Lee - Desde niños, cuando nos dicen que no podemos tocar o hacer algo, es mucho más tentador para nosotros. Y no estoy diciendo que lo que hiciste estuvo mal, pero estamos aquí por todo lo que conllevó estar con Jungkook ¿Entiendes? - Jimin asintió perdido en sus pensamientos.

Hubo un silencio.

- Yo... Señora Lee, ¿Está enojada conmigo? - cuestionó preocupado.

- ¿Por qué lo estaría? -

- Pues... Literalmente tiré estos meses de terapia por la borda como si se tratara de cualquier cosa -

- Jimin... No pienses que no has progresado, ¿Si? - le dijo anotando algo en una libreta - Dime mejor... ¿Que quieres con Jungkook en estos momentos? - preguntó.

- No... No lo sé... - dijo con la mirada baja, jugando con sus manos.

- ¿No lo sabes o no quieres saberlo? -

El silencio reinó nuevamente.

Los ojos de Jimin con una capa brillante y levemente rojos, con mil y un pensamiento confusos sobre lo que debía hacer y lo que quería.

- Es que... Está mal... - murmuró, pero la mayor lo escuchó perfectamente.

- Jimin, mírame - se acomodó en su asiento y en cuanto el pelirrosa levanto la mirada, ambos ojos se conectaron mutuamente - Deja de pensar en tu alrededor. En tus compañeros de clase, en tus amigos. Deja de pensar en tu padre, en tu madrastra, en Sun Hee, en Jungkook... En mi - suspiró - Y ahora piensa en lo que quieres para ahora mismo. -

Jimin la miró con sus ojos expresando algo de confusión y tristeza, aunque también tenía ese destello de deseo, de anhelo.

• • •

Jungkook llegó a su casa cuando el atardecer ya deslumbraba la ciudad en tonos amarillos y naranjas.

Suspiró cansado luego de un día tan ajetreado entre la universidad, el trabajo y el pensamiento.

No podía dejar de pensar en lo que había pasado esa noche de celebración.

Recordarlo lo llevaba a unos largos momentos de desconexión de la realidad, mandando lo a pensar en todo lo que hubiera pasado sino se hubiesen separado. Si no lo hubiesen detenido todo.

Aún te amo [kookmin]²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora