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Una fiesta de celebración.

Ese tipo de fiestas que se ven en películas de adolescentes. Una casa enorme llena de personas, ya sea bailando, tomando, fumando o incluso follando.
Ahí estaban.
Muchas personas y la mayoría no estando en sus cinco sentidos.

Jungkook aprovechó un poco la situación y encendió uno de sus cigarros mientras entraban a la enorme casa.

— No te me desaparezcas ¿De acuerdo? — le dijo a Jimin.

Este lo miró con sus cejas algo fruncidas, pero no hizo ningún comentario.

— Iré a buscar algo de tomar — informó con su tono de voz un poco alto, pues la música sonaba por toda la casa.

— Vamos —

Luego de que ambos se sirvieran unos tragos, intentaron buscar un lugar para sentarse, pero todo estaba ocupado.
Eso no evitó que se apoyaran en una pared cercana a la "pista" de baile.

Los minutos pasaban y Jimin solo rogaba que Tae apareciera por algún lugar, pues este se perdió entre la multitud al llegar, diciendo que saludaría a unos conocidos; sin embargo no lo había vuelto a ver.

— ¿Quieres otro trago? — preguntó el castaño.

— Está bien, vamos —

• • •

Después de unas cuantas bebidas por parte del menor, este ya se encontraba más alegre de lo normal.
Jungkook no había bebido tanto, pues tendría que conducir y prometió cuidar al pelirrosa.

Ahora Jimin se encontraba bailando en la pista junto a Taehyung, quien apareció igual o peor de ebrio que su amigo, insistiendo le a Jimin que bailarán.

Y Jeon estaba hipnotizado.

Porque no había algo más hermoso y cautivador que ver a un ángel de piel pálida y cabello rosa bailando y moviendo su cuerpo como si de eso se tratara la vida. Su cosa favorita desde que conoció al chico era verlo inmerso en sus movimientos, con los ojos cerrados y una sonrisa inconsciente por hacer lo que le gustaba.
Era totalmente precioso.

Cuando salió un poco de su trance, vio que el dueño de sus pensamientos lo miraba fijamente, con una sonrisa de lado sin mostrar sus dientes y caminando mientras bailaba levemente hacia él.

— ¿El señorito Jeon no está aburrido? — cuestionó divertido.

— Estoy bien, gracias —

— ¿No te gustaría bailar un poco? Así dejas esa cara de amargado por unos minutos — sugirió soltando una risita y tomando la mano del mayor entre las suyas, así arrastrando a este hasta la pista.

— No... No creo que sea lo correcto, Jimin — contestó algo nervioso. Su mente se negaba, su corazón lo deseaba y su cuerpo simplemente no siguió las indicaciones que le mandaban sus neuronas.

Entonces se encontró en la pista con la vista fija en su acompañante, quien le devolvía la mirada mientras comenzaba a bailar e intentaba motivar al otro a seguirlo, agarrando sus manos y moviendo las de atrás hacia delante.

Y Jungkook no sé resistió, por lo que sonrió y poco a poco se dejó llevar por el sonido de la música.

En minutos estaba bailando junto al contrario, una canción movida sonaba por lo que solo saltaban o movían sus cabezas enérgicamente.

Aún te amo [kookmin]²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora