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Siempre vuelves a dónde eres feliz.

¿Cuántas veces no se ha escuchado decir eso en películas, series o como justificación ante el regreso de una relación?

La felicidad puede encontrarse en cualquier lugar. Tanto en sitios, como objetos o acciones, quizás días, recuerdos pero muchas veces la felicidad son pequeños momentos con una persona.

Abrazarla, mirarla, jugar con ella, simplemente tener una conversación trivial.

El compartir sonrisas y carcajadas.

Quizás eso es parte de la felicidad o una sensación indescriptible que simplemente pasa en el momento y se queda como un recuerdo inolvidable, en el que sonríes y te sientes bien, satisfecho, cómodo.

Feliz.

Así se sintió Jimin al estar entre los brazos de Jungkook, recostado en su pecho y escuchando el palpitar del corazón de este.

Ya llevaban tres días escribiendo se y hoy habían quedado en el departamento del mayor.

Ahora reían de cualquier cosa mientras estaban tirados en la enorme cama. Jungkook recostado sobre el pelirrosa mirándolo sonreír con ojos brillosos, tan indescriptibles y relucientes que parecían una galaxia entera por descubrir.

En un momento ambas miradas conectaron, transmitiendo las mismas sensaciones. Un amor totalmente mutuo.

Jimin sonrió y empujó al más alto para esta vez él quedar sobre Jungkook, con las piernas entrelazadas y sus rostros a punto de tocarse.

Y Jimin tuvo la intención de acercarse a besarlo, pero el castaño alejo un poco su rostro evitando lo.

— ¿Que pasa? — murmuró confuso.

— Espera un momento — contestó el castaño mirándolo directamente a los ojos, entonces acarició su mejilla y acomodó un mechón rosa tras su oreja. Sonrió sin despegar sus ojos del contrario — Jimin... —

— ¿Si? —

— Te amo. — le dijo haciendo al más bajo sonrojar y sonreír enamorado, agarrándolo con la guardia baja para volver a la posición de antes donde él se encontraba arriba.

— ¡Hey! — reclamo sonriente el menor.

— ¿Que? Debo admitir que amo besarte en esta posición — confesó acercándose para juntar sus labios. Sin embargo está vez fue el pelirrosa quien lo evitó — ¿Estás molesto? — cuestionó, pero el contrario negó con la cabeza — ¿Entonces que pasa? —

— Solo... Espera un momento... — murmuró.

Y ambos se quedaron un instante mirándose a los ojos. Descubriendo que ambos pares brillaban indescriptibles, con un universo tan grande y por descubrir.

Cada uno detalló el rostro del otro, y parecieron minutos en silencio cuando el más bajo volvió a hablar en un murmullo totalmente de cariño y verdad pura.

— Jungkook... Eres mi píldora de la felicidad — confesó como si estuviera diciendo un secreto.

Jeon le sonrió, su pulso se había acelerado con esas simples pero tan significantes palabras, y solo pudo acercarse a besarlo con delicadeza y pasión.

Ambos cerraron sus ojos, llenando sus pechos de aire y sonriendo en medio del rose que tenían sus labios.

— Jimin, quizás esto suene algo intenso pero... Te volviste una de las personas más indispensable en mi vida — le dijo mirándolo a los ojos — Siento que mi vida sin ti no tiene sentido, no tiene ningún motivo... — con ojos cristalizados, acarició un poco la mejilla del pelirrosa — Te extrañe tanto. Cómo no tienes idea, joder — culminó juntando nuevamente sus labios.

Aún te amo [kookmin]²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora