Capítulo V

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Sakura intentó liberarse de la garra de Sasuke. La estaba lastimando. Ella podía ver que él estaba enfadado, y el brillo de sus ojos estaba calentando demasiado sus mejillas. Se había puesto en modo batalla. Ella se puso más cerca y pudo ver su furia. Él rugió de rabia haciendo que se le pusieran los pelos de punta. Sus fosas nasales se abrieron y sus gruñidos hicieron que ella se estremeciera.

- "Suéltame" - gritó ella.

Ella luchó con él. Sasuke estaba respirando profundamente. Si apretase más fuerte, le rompería la muñeca. La imagen de Sasori apareció en su mente. A veces le gustaba infligir dolor. ¿También le gustaba a este guerrero? Ella y Deisuke estaban atrapados. ¿Sasuke le había mentido todo el tiempo? ¿Estaban en peligro por su parte?

- "Me haces daño" - suplicó.

- "Mira lo que has hecho. Necesito esa sangre, mujer. Contaminaste algo de eso. Debo llevarlo a casa. Debo ir a casa" - Él estaba temblando y Sakura pudo ver que luchaba en su interior.

No, no había mentido y nunca dijo que no tenía mal genio. Pero algo más le daba la lata hasta que él juró. Sakura se quedó con la boca abierta.

- "Suéltame y di algo más".

Sasuke levantó la muñeca que sujetaba. Sakura vio la sustancia viscosa de la sangre mezclada con chocolate en la palma de su mano. Aun quemaba.

- "Los extraterrestres no están hechos de chocolate caliente. Maldita sea".

- "Puedo entenderte. Cada palabra," - dijo Sakura. - "Y mi cabeza no palpita. Mi mano ya no se siente rota. Pero estás apretando demasiado fuerte".

Sasuke respiró hondo unas cuantas veces más y luego la soltó.

- "El chocolate caliente debe haber arrastrado la sangre a tu piel y la has absorbido. Esto podría significar problemas. Mierda".

- "¿Cómo?".

- "Estos alienígenas están interconectados. La mayoría de las hembras humanas de nuestro planeta fueron atacadas por los Gorgano. Los Angano son peores. Si creen que eres uno de ellos, podrían venir a buscarte. Si te conectaste de alguna manera... mierda, mierda. No puedo llevarte de vuelta a mi planeta hasta que sepa que es seguro. No puedo llevaros a casa. No puedo volver a casa" - Sasuke se alejó de ella.

- "Pero lo prometiste" - dijo Deisuke.

Sakura y Sasuke se volvieron para ver a un Deisuke desolado. Con la boca abierta, tenía los ojos hinchados por haber dormido sentado en la manta. Las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas. Se las frotó con enojo. Sasuke fue hacia él y se arrodilló.

- "Los Gorgano son malos. Los Angano son peores. No estoy tratando de traicionarte ni de faltar a mi palabra. No puedo arriesgarme a llevar la ira de extraterrestres malvados a mi gente, a los humanos, a los niños. Por favor, entiéndelo. Tu madre podría ser un faro".

- "Entiendo la mayor parte de lo que dices. Encontrarás otro planeta. Entonces nos estás echando, ¿no?" - acusó.

- "No. No te dejaré, aunque no puedo luchar contra un Angano".

- "¿Por qué no?" - resopló Deisuke. - "Eres un guerrero. El más grande que he visto en mi vida".

- "Los Angano luchan mentalmente. Yo combato con todo mi poder. Las hembras humanas cambian cuando son confrontadas con extraterrestres malos y sus mentes son atacadas. Las hembras, muchas al menos, pueden defenderse. Las hembras no se vuelven malas; se les da una rara oportunidad de abrir su capacidad mental. Los Angano pueden destruir a un guerrero Zargonnii, incluso uno tan grande como yo, con un simple pensamiento".

SAKURA Y EL GUERRERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora