Capítulo X

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Sakura tragó con fuerza mientras la nave se acercaba a un planeta inmenso. El globo de vívidos colores tenía al menos tres veces el tamaño de la Tierra. Sasuke explicó mientras viajaban, que la Tierra en un tiempo contenía ocupantes humanos que superaban en número a los Zargonniis de su planeta en cincuenta a uno. O quizás más. Los Zargonniis vivían más tiempo, pero sólo celebraban Vacaciones cada dos años y no todas las mujeres concebían. Tampoco era inaudito que una mujer tuviera un solo hijo durante toda su vida o ninguno en absoluto. La descendencia era un raro regalo, el más grande de los tesoros. Sakura entendió por qué sus hembras querían tener hijos tan desesperadamente. Ante ellos, en la inmensidad del espacio, había cientos de naves. De pequeñas naves a grandes cruceros, de todas las formas y tamaños, en un enorme mar de lo que sería oscuridad si no estuviera iluminado por numerosas luces. Todos parecían estar apuntando en su dirección, en un siniestro estilo.

- "¿Sasuke?" - Ella se aferró a él incómoda.

- "Nunca he visto los cielos llenos así." - Sus palabras eran silenciosas, cautelosas.

- "¿Pasó algo?".

- "No lo sé. Será mejor que llame a todas las frecuencias".

Sasuke activó un interruptor en la consola.

- "Este es Sasuke, un guerrero Zargonnii. He venido en son de paz. Solicito un pasaje seguro para mí y mis compañeros.".

- "Pero..." - Sakura balbuceó.

No era una compañera, era su compañera. Prometió que eran una familia. Ella lo necesitaba; Deisuke lo necesitaba. Sasuke apretó el interruptor y se volvió hacia ella.

- "Si no soy bienvenido, tú y Deisuke deben tener un hogar".

- "Somos tu familia" - argumentó.

- "Tu hijo se sienta en la esquina murmurando para sí mismo. Necesita dirección".

Sakura echó un vistazo a Deisuke. Estaba susurrando en voz baja. Agitado, se pasaba una mano por el pelo. Ella asintió. El niño se había sentado así durante días, sin comer ni beber. Sasuke se aseguró de que tuviera luz. Le dijo que mientras generara, estaría bien. Al menos físicamente. Su bebé estaba en un mal lugar. Sasuke activó el interruptor de nuevo.

- "Neji, ¿estás ahí?".

- "Estoy aquí." - Sakura pensó que las palabras eran tristes.

- "Ha pasado mucho tiempo, amigo mío" - dijo Sasuke, y Sakura pudo oír el nudo en su garganta.

- "¿Por qué vienes en una nave enemiga?" - preguntó Neji.

- "La traje como un regalo. Mi nave y ésta fueron derribadas en una batalla. El Angano está muerto. Tengo conmigo a una hembra humana y a su hijo pequeño que quedaron atrapados en el planeta donde me estrellé. En esta nave hay sangre Angano. Seca, pero cuando está húmedo tiene propiedades curativas. Tal vez también efectos secundarios. Neji, necesitamos tu ayuda. La hembra tocó la sangre, y no sé el alcance de sus poderes, pero temo por su hijo. Necesitamos alcanzar al líder Castians Cobra".

- "Aquí Cobra" - Las palabras y el tono rezumaban poder y Sakura temblaba.

- "Cobra, había un Tonan, se preocupaba por el chico, y creo que incluso le amaba. Sé que suena extraño, pero para salvar al niño y a su madre, él sacrificó su escudo y se lo entregó al niño. El Tonan está muerto. El niño no estaba destinado a ser un Tonan y necesita orientación. Por favor, sólo tiene ocho años. Se ha acurrucado en un rincón balbuceando para sí mismo- "

Parecía una eternidad antes de que alguien hablara. Sasuke dejó caer la cabeza. Ella estaba segura de que él susurró la palabra hogar en voz alta en un suave suspiro. - "Tienes mi permiso para abordar mi nave" - Fue Cobra.

SAKURA Y EL GUERRERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora