No Protegeremos Entre Si....(sargento caricias x oc)

CAP 1

Esto es de hace años atrás, El sargento caricias conociendo a la prota y haciéndose amigo de ella.
__________________________________________
(15 años atrás)

Era una mañana como cualquier otro, había varios soldados quienes entrenan en un campamento militar, el campamento corazón; Dolor, honor y mimos. Aquí conocemos a una de las primeras mujeres en ser recluta, Milly, una osa blanca con ojos rojizos de origen Argentina, un país donde habita la pobreza y desapariciones, también conocemos a caricias, otro recluta hombre pero a diferencia de los demás osos machos el era muy tímido con los demas, hoy era el día en la cual se conocerían.

Milly buscaba con su maleta en mano los dormitorios dónde estaría con sus compañeros reclutas, en una mano sostenía su maleta negra y pesada, del otro sostenía a su hijo de 3 añitos quien fue creado a través de... violación. En esos tiempos ella tenía 17, había sido violada a los 14, a pesar de todo ella amaba a su hijo desde la primera vez que lo tuvo en sus brazos, Tomas, el hijo de la osa blanca, un osito blanco con ojos azules y pecoso veía a su madre perdida en el campamento, asta que alguien le dijo:

-OIGA!!...-Eso hizo que el pequeño se pusiera atrás de la mayor- AQUI NO ES UNA GUARDERÍA!!...

-Oh no...yo fui elegida para ser recluta...-Explico Milly con amabilidad- Es que no encuentro los dormitorios...señor...-Dijo nerviosa pero con una sonrisa.

El sargento cariñoso, un oso amarillo oji morado, la miro de abajo hacia arriba con repudio, la joven tenía mucho busto, una mirada inocente lo cual lo es, y su niño no era la excepción, el era muy tierno, con su mirada infantil detrás de su madre. El sargento solo apunto en dónde se encontraban los dormitorios, ella agradeció y con Tomas de la mano fueron trotando.

Caricias estaba nervioso, su primer día en el campamento corazón, tenía miedo de morir si lo llegaban a mandar al bosque mágico, ahora estaba en los dormitorios desempacando pensando en mil formas de como moriría víctima de los unicornios, aquellos seres del diablo el cual se podría decir que daban miedo. Había algunos que lo andaban molestando por su "sobre peso" el solo era un poco rellenito, pero igual, tenía cosas en contra de su cuerpo, mientras doblaba su ropa se encontró con una foto de su padre el cual había fallecido después de haber ido a una misión en cuyo bosque, agarro el pequeño cuadro para pasar su pulgar en su rostro.

Milly paso por la puerta haciendo que las miradas de los macho presentes se clavaran en ella, mientras pasaba entre ellos algunos murmuraban y otros la veían con malas intenciones los cuales hacían que el niño se aferrara más a la osa, noto que una cama estaba desocupada así que decidió tomarla y sentar a su hijo quien veía a los osos adultos con miedo, la osa blanca abrió su maleta para sacar un peluche de gato azul pastel con botones como ojos, Tomas lo agarro y lo abrazo:

-Mira cielo...-Tomo la atención del pequeño osito- Se que dará miedo, y será difícil pero cuando mami este entrenando te quedas alado del sargento ¿si?..-Dice mientras desempaca la maleta.

-Si mami...-Dice tímidamente cuando paso un oso enorme cerca suyo.

Caricias veía a Milly con un calorcito en su corazón, Tomas se voltio a verlo disimuladamente topandose con la mirada del oji-amarillo, lo saludo con su pequeña manito a lo que el contrario le devolvió el saludo con una sonrisa amable, la oji-rojiza al notar eso se voltio en donde veía su hijo, el oso se puso rojo y desvío la mirada rápido con las mejillas rojas provocandole ternura a la madre...
Se acercaron algunos osos machos a hablarle, algunos amablemente pero otros con intención lujuriosa por lo que Milly no notaba ni cuando hacían un chiste de doble sentido, uno de ellos se quedó hablando con ella ya que le ; su nombre era Lavanda, era un oso morado con lentes que no dejaban ver sus ojos, hablaban sobre sus familias mientras que Milly le daba mimos en las orejitas a su hijo:

-Note que no son de por aquí..-Dijo el mientras le daba palmaditas en la cabeza de el Tomas.

-No, somos de Argentina, nos fuimos por qué había sido seleccionada para el ejército...-Explico.

El oso morado acomodo sus lentes- WOW...eh oído de ese lugar pero no tuve la oportunidad de visitarlo...-Dice.

Cómo era el primer día no habían echo mucho, más que charlar y conocerse, osos revolvían la cabeza de Tomás con ternura mientras que otros coqueteaban con Milly cosa que ella no notaba en sus conversaciones. Anocheció y tocaba ir a dormir, la osa bañaba a su hijo en el nuevo baño el cual lo habían echo recientemente para las mujeres, enjabonando el pelaje del pequeño mientras rascaba levemente este, la oji-rojiza estaba de toalla envuelta en su cuerpo mientras lo bañaba, Tomas movía su rabito sintiendo el agua caliente en el:

-Mañana tengo que entrenar, así que solo quédate junto al sargento y no lo molestes...-Pide agarrando la toalla para sacar a su hijo.

-¿Pedo si me habla?..-Pregunta viéndola.

La osa blanca secaba la cabeza del menor desordenando su pelaje a la par de que el reía un poco-Pues...contéstale pero con respeto...-Dice terminando de secarlo.

La cría de oso estaba despeinado, su pelo estaba esponjoso, Milly se dispuso a vestirse con su pijama, la camiseta blanca y una calza negra mientras que a su hijo le ponía una pijama de gatito azul pastel igual que a su peluche, lo cargo y se dirigieron a los dormitorios dónde los machos la esperaban ya vestidos. Lavanda estaba leyendo el libro Sagrado en su cama mientras que caricias trataba de no hacer contacto visual con los demás:

-Oigan...¿vieron a la nueva?-Pregunto un oso.

-Uff, si, tremendo bombón...-Caricias y Lavanda levantaron las orejas al escuchar eso.

-Imaginensela si estuviera en ropa interior...-Dice otro oso con malas intenciones.

Lavanda se sentó a la orilla de su cama y miro con asco a aquellos osos-Para haber tenido un hijo tiene un muy lindo cuerpo...-Dijo otro entre todos los osos.

-Oigan!...-Llamo el morado enojado-Mas respeto hacia ella, hijos del diablo...

Se voltearon a verlo solo para que posteriormente se rieran a carcajadas, no lo tomaban enserio, el oji-amarillo se paró y miro serio a los oso que hablaban de Milly- Háganle caso...-Eso tomo la atentos- Si no quieren parecer esos hombres que no les importa si una osa es una niña e igual va a querer follarsela...-Dice serio mirando con repudio a esos osos.

-¿Oh que harás, llorar?..-Dice burlón el mismo oso que empezó con los comentarios de la joven.

De la nada aquel oso es tirado al suelo, era ella, la oji-rojiza con una cara de enojo a tal punto de darle miedo a los machos, incluyendo a Lavanda y a caricias, el oso tirado en el suelo fue elevado desde el cuello de su camisa blanca con brusquedad dejándolos cara a cara-Cuchame una cosa pedaso de re mil putas...-Dijo la latina con enojo-¿Vo' te pensas que por ser mujer me podés, no, me pueden decir de cosas?..

Todos los presentes estaban impresionados por el comportamiento de Milly, su hijo tenía una cara de asco hacia los osos que hablaban de su madre, Lavanda lo alejo un poco por si la osa hacía algo para llevarlo a pelea. Caricias estaba un poco asustado pero el menor del lugar deseaba que su madre le rompiera el hocico a esos osos...