CAP 7

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La mujer estaba a lado de una cuna de madera barnizada dándole un tono más oscuro al mármol, lloraba en silencio mientras que su bebé lloraba desconsoladamente, la albina se sentía invalida sin saber que hacer en esos momentos en que su pequeño hijo lloraba por quién sabe que. La puerta se abre dejando ver al padre de la joven con una pijama celeste, con preocupación dibujado en su rostro:

- Milly... -Llama acercándose a su hija quien sollozaba recostada en la cuna- ¿Que le pasa al nene?.. -Preguntó cargando al pequeño albino quien lloraba casi a todo pulmón.

- No se...y-ya revise su pañal, si tiene hambre, pero nada... -Explicaba secandose las lágrimas- N-No se que hacer...

El hombre mayor se arrodilla frente a la menor mientras que arrullaba a su nieto en sus brazos, entendía que Milly era muy joven como para poder cuidar adecuadamente a su hijo, internamente se sentía culpable por no haber podido cuidar a su pequeña de cuyo oso quien abusó de ella. Apegó la mejilla del bebé contra la suya para ver la temperatura, era normal por suerte así que no tenía fiebre, por el llanto recordó que así lloraba Milly cuando le dolía la pancita:

- Vení... -Pide levantándose y tomando la mano de la menor con gentileza-

La joven asintió aún sollozando un poco, el de cicatrices en el rostro recostó al bebé en la mesada donde le cambiaban de pañal al pequeño llamado Tomas, Milly se dedicó a ver cómo su padre tomaba las piernecitas regordetas del bebé de pocos meses y hacía que presionen contra la pancita de este, al pasar unos minutos Tomas cesó el llanto ya estando en calma. Por lo que parecía le dolía el estómago, Milly solo abrió un poco más los ojos aún con una que otra lágrima cayendo de sus hermosos ojos rojizos con los colores del fuego al igual que su padre quien sonrió tiernamente al ver qué su nieto se calmó:

- Ahora si... -Carga al bebé quien sonrió desdentado- La pancita ya no duele más ¿Viste?.. -Mira a su hija pero su sonrisa desaparece al ver la expresión de la menor.

Ella se sentía vulnerable por no haber podido atender a a su propio hijo sin ayuda de su padre, solo bajo la mirada con pena pero sus pensamientos se detuvieron al sentir la mano del mayor en su cabeza:

- Mi amor...no te sientas mal... -Dice antes de tomarla por la barbilla gentilmente- yo estaré acá para vos y tus hermanos, si necesitás que te ayude con Tomas con todo gusto te ayudo... -Posa un leve besito en la frente de su hija.

La oji-rojiza mira al mayor a los ojos de igual color de su padre, solo inhaló con la nariz húmeda sollozando un poco.

- Al fin y al cabo...

"Siempre hay un arcoiris después de la tormenta..."

(...)

El oso grisaseo se encontraba acariciando el adorable copete esponjoso de la albina, estaba consiente de que ella tenía pesadillas los cuales se trataban de su trauma, mientras que Milly dormía él solo se disponía a abrazarla con cariño y consolarla por si despertaba de golpe, sintiendo su tranquila y cálida respiración en su pecho, su calor corporal era normal y cuidaba de no lastimarla en su cabeza ahora vendada. De vez en cuando deseaba gritarle al mundo que la amaba más que a nada, al igual que su hermana menor quién estaba en la escuela de medicina, aquella joven en sus brazos era tan adorable y linda que daban ganas de llenarle de besos en el rostro.
Milly no le pidió que la abrazara, solo se acostó a su lado y lo abrazó como si quisiera consuelo en su ser por el miedo de no volver a ver a su pequeño hijo, solo dedicándose a acariciar su cabeza con delicadeza...

[08:34 am]

Caricias despertó primero y se encorvó bostezando fuertemente, cosa que provocó el despertar de la albina. La Miró y sonrió apenado:

-Perdón Milly... -dice este rascando su nuca-

La mujer bosteza y le sonríe adormilada.

-Ni te preocupes, de todos modos hay que levantarnos... -dicho eso se puso en cuatro y salió de la tienda-

El aire estaba fresco, oyendose las hojas de los árboles entonar con el viento y ser de ayuda para relajarse. Al igual que las aves que saltaban piares angelicales en el lugar.
Milly se dedicó a ir por algo de comer como pecado o algún vegetal, fruta, lo que sea con tal de alimentarse y alimentar a su equipo. Se aproximó q unos arbustos y al ver el co tenido del arroyo sonrió con emoción y soltó un fuerte "¡Eu, gente!" cosa que a los hombres les intrigó y se acercaron:

-Arándanos...-Suelta Chocomenta al ver los arbustos de cuya fruta mencionada.

Caricias se acercó a los arbustos.

-¡Son enormes! -Exclamó con emoción el de ojos color amarillo-

-¿Y? Dale, a comer algo... -toma unos arándanos y se los mete en la boca-

Los mayores rieron leve y copiaron a acción de la menor, mientras que a lo lejos. Una hermosa mujer de pelaje blanco como la nieve y ojos cual las cenizas los miraba con una sonrisa junto a su amado, quien era de pelaje rojizo al igual que sus ojos:

-Todo estará bien querida...-Aclara Sol con una sonrisa-

-Eso espero mi amor... -Dice antes de irse junto a él-

(...)

El Albino jugaba con su peluche de gatito, cuyo nombre era Monte. A la par que Lavanda hablaba con un hombre que se iba a confesar. Sin haberse dado cuenta otro infante, esta vez de pelaje Marrón con manchas en los ojos de color verde menta y ojos violetas se acercó a Tomas:

-Hola... -dice con simpatía a lo que el menor con timidez contestó-

-hola... -baja las orejitas apenado.

El de manchas Miró el adorable juguete del de cabello blanco, y a él, le sonaban interesantes. Así que tratando de establecer una blanda conversación le pregunta sobre él, su familia, sus pasatiempos, etc. Tomas a medida que charlaba comenzaba a tener más confianza con él...

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No Protegeremos Entre Si....(sargento caricias x oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora