CAP 5

56 5 1
                                    

Al día siguiente, César fue el primero en abrir los ojos sintiendo una presión en su pecho, su corazón dio un vuelco cuando vió a Milly durmiendo está vez más tranquila y pacífica en su pecho, posteriormente le dió una sonrisa leve ante ver qué se sentía segura con él, le daba pena despertarla y no seguir  sintiendo su cálida respiración en su abdomen peludo y suave, escucho como la voz mal humorada y gritona del sargento llamaba para que se levantasen todos haciendo que la osa se despierte de golpe. Al sentarse rápidamente alarmada bajo de suyo se veía lo que había sudado anoche a lo que César acaricio la espalda húmeda de la joven provocando una sonrisa soñolienta en la contraria, salieron de la carpa para ir a recoger sus cosas...

(...)

Tomas y el ahora Padre limpiaban la iglesia después de una misa, había un silencio no incómodo en el lugar solo se apreciaba a oír el sonido de la escoba que era utilizada por el oji-azulado, el pequeño osito pensaba en como estará su madre en la misión el cual lo preocupaba ¿Si estaba en problemas? ¿Si no volvía? El padre limpiaba un estante que era donde predicaba notando la preocupación del infante así que con una voz fría pero amable hablo:

-Hijo que te preocupa?..-Pregunto acercándose al pequeño.

-...-Suspiro bajando las orejitas- Mi mami volverá, padre?..-Pregunto con una notoria angustia.

El de lentes se agachó para quedar a su altura, dándole palmaditas en la cabeza mientras le sonreía al pequeño-Ten fé, hijo, Dios la cuidará en mision...-Dijo él mientras le sonreía con la intención de tranquilizarlo, cosa que tuvo un poco de efecto.

La tarde estuvo tranquila, a diferencia de que había un problemita técnico en la iglesia así que tenían que llamar a un oso que podría reparar las luces del lugar...

(...)

Milly junto a la tropa caminaban por el bosque buscando a unos inspectores que habían desaparecido hace semanas, miestras caminaban se podía notar un poco de nerviosismo en César, parecía estar con miedo, eso lo pudo notar de inmediato ya que este sudaba y tenía su respiración un poco agitada, agarró su gran mano como modo de consolación a lo que el de mirada amarilla se calmó poco a poco...

En la tarde, la osa blanca junto al joven oso de pelaje oscuro permanecieron unidos para sentirse seguros sin importarles si los espectadores de la amistad se burlaban o decían sus tonterías, Milly quería estar con César por una muy rara razón y no le molestaba en demostrarlo. El sargento de la compañía llamo al equipo, fueron asta el dueño de la voz ronca y gruñona solo para posteriormente verlo entre unos arbustos observando algo, cuando se asomaron era...un unicornio, ese pelaje negro con tonalidad rosada/rojiza característico de esos seres del demonio. Todos se armaron para acabar con la vida del caballo mítico, con arcos y flechas que cuya estás poseían un corazón rojo carmesí en la punta, a Milly no le parecía correcto matar a un ser que ni siquiera los atacó o se les acercó, cuando el sargento elevó la mano derecha con la palma abierta los soldados se prepararon para disparar, el líder cerró la mano haciendo un puño y en ese instante dispararon.

Dos flechas acabaron en el torso, una en una pata del lado izquierdo y delantera, otra en el vientre, el pobre animal trato de escapar a duras pocas pero antes de lograrlo tras un árbol había un soldado el cual disparo una flecha encajando así al cuello, el unicornio se tumbo al suelo a causa de su muerte instantánea. Todos se acercaron al unicornio y se aseguraron de que no estuviera vivo, no lo estaba, así que era seguro acercarse lo suficiente para observar más de cerca a la bestia, Milly y César se mantuvieron agarrados de la mano distanciados del animal sin vida frente a ellos por lo impresionante que era ver un unicornio de cerca, la oji-rojiza se acercó lo suficiente como para acariciar el pelaje de la criatura; era suave y sedoso como el pelaje de una cría recién nacida...como la de Tomas....

No Protegeremos Entre Si....(sargento caricias x oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora