Reunidos.

Vieja amargada.

Rose POV

Cuando me desperté a la mañana siguiente papá me dijo que después de clase íbamos a ir a ver a Aria otra vez, así que hoy iba contenta a clase.

Cuando llegué al colegio me encontré con mi mejor amiga, Sarah y la di un abrazo.

-Hola, Rose.- Ella me dijo.

-Hola, Sarah. ¿Sabes que?- Le pregunté.

-¿Qué?-

-Creo que mi papá tiene novia.- Le dije sonriendo.

-¿La conozco?- Ella me preguntó.

-Es la señorita Aria, mi papá casi se casa con ella hace unos años.- Le dije.

-¿En serio?- Ella me preguntó sonriendo.

-Si. ¿Me ayudas a hacer que se casen?- Le pregunté.

-Claro que si. ¿Cuando vuelve la señorita Aria?-

-Me ha dicho que la semana que viene. ¿Quieres que le gastemos a la señorita Simone una broma?- Le pregunté.

-¿Qué clase de broma?- Preguntó.

-Hummm, podríamos poner una chincheta en su silla para que se pinche el culo.- Le dije riéndome.

-Eso es una buena idea.- Ella dijo corriendo a nuestra clase.

Cuando llegamos allí cogimos una de las chinchetas que había en el corcho y la pusimos en la silla con cuidado de que nadie nos viera.

Nos sentamos en nuestros pupitres y empezamos a hablar de lo que íbamos a hacer este fin de semana.

-Podríamos hacer una fiesta de pijamas en mi casa.- Ella me dijo.

-Si, y a lo mejor al no estar yo en casa papá y Aria se verían.- Le dije sonriendo. Justo en ese momento todos los niños de mi clase y la profe entraron en la clase.

-Hola niños, hoy vamos a aprender a sumar.- Ella nos dijo.

Después de un rato haciendo sumas ella nos puso deberes para que trabajásemos en clase y ella poder corregir los deberes que nos había mandado para casa.

-Au.- Ella gritó cuando se sentó en la silla. Toda la clase se rió por su grito.

-¿Quién ha sido?- Ella preguntó enfadada. Todos nos callamos y nos miramos unos a otros.

-Una de vosotras dos a tenido que ser.- Ella dijo señalándonos.- Habéis llegado las primeras.- Nos gritó.

-No, profe. Nosotras no hemos sido.- Dijimos.

-No me lo creo. Estáis castigadas sin recreo.- Ella nos dijo.

-La señorita Aria es mejor profesora que tu. Eres una vieja amargada que lleva mucho tiempo sin sexo.- La grité sin saber lo que decía. Le decían mucho en la televisión, así que supongo que sería un insulto.

-Ve a ver a la directora, Rosemarie Fitz.- Ella me dijo.

-Profe, he sido yo la de la chincheta.- Sarah dijo en voz baja.

No terminé de escuchar la conversación porque la directoria me llamó.

Aria POV

Ezra me llamó para preguntarme si podía ir al colegio a hablar con la directora. Resulta que Rose había hecho algo y le habían mandado a hablar con ella. Me monté en mi coche y fui a la escuela.

-Hola directora. El padre de Rose me ha mandado para hablar contigo.- Le dije mirando a Rose que me sonreía.

-Hola, Aria. Espero que estés mejor.- Ella me dijo sonriendo.- Aquí mi amiga Rose le ha dicho a la profesora algunas cosas bastante gordas. Además, ella y su amiga le han puesto una chincheta en la silla.

-Dire, ya le he dicho que no hemos sido nosotras.- Rose la dijo.

-¿Tu me crees verdad Aria?- Ella me preguntó con ojos de cachorrito.

-¿Lo has hecho?- Le pregunté y ella negó.- ¿Sabes quién lo ha hecho?-

-No, Aria.- Ella dijo agachando la cabeza.

-Te creo, cariño.- Dije dándole un beso en la cabeza.- Directora, yo creo que los niños están un poco revoltosos porque a esta profesora se le daría mejor dar clase al instituto. No les deja reírse en clase.- Le dije.

-Si, es un poco estricta. Intentaré hablar con ella.- Ella me dijo.- Pero aún está lo que le ha dicho a la profesora. Por eso si tendrá un castigo.- Ella me dijo.

-¿Qué le ha dicho?- Pregunté.

-Que es una vieja amargada.- Ella me contestó.

-Y que lleva mucho tiempo sin sexo, lo he oído en la tele.- Rose me dijo. Me dieron ganas de reírme pero no lo hice. Ya tendría tiempo de reírme en casa con Rose.

-Rose estará haciendo un trabajo sobre los profesores y lo tendrá que entregar el viernes.- Ella me dijo.

-Esta bien, yo se lo digo a su padre. ¿Crees que puedo ir a ver a los niños un rato? Les echo de menos.- Pregunté.

-Claro, ellos estarán encantados de verte. Nos vemos la semana que viene, Aria.- Ella me dijo sonriendo.

Rose y yo salimos de dirección y fuimos a nuestra clase.

-Chicos, la señorita Aria está aquí.- Entró Rose corriendo. Todos los niños vinieron a abrazarme cuando me vieron entrar.

-Hola, chicos. Veo que me habéis echado tanto de menos como yo a vosotros.- Dije abrazando a cada uno.

-Tu debes de ser Simone, la profesora sustituta.- Dije.

-Si, ¿tu eres?- ella me preguntó.

-Aria, su profesora.- Le dije.- Estoy aquí porque me ha llamado el padre de Rose, mi novio porque usted dice que le ha puesto una chincheta en la silla.-

-Eran las únicas que estaban aquí.- Dijo.

-El corcho está encima de la silla. Puede haberse caído de ahí. No eches la culpa a dos niñas que ni siquiera llegan ahí arriba y se menos estricta con ellos. Aún están en el primer año de colegio deben aprender divirtiéndose.- Dije. Me despedí de todos los niños y después me acerqué a Rose.

-Te veo más tarde, ¿vale?- Dije dándole un beso en la frente.

-Te quiero, Aria.- Ella me dijo abrazándome.