El principio de una nueva vida.

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 Dos días pasaron desde el día en el restaurante. Hoy era el día de mi boda y me estaba empezando a volver loca.

-No me puedo creer que mi niña esté casándose.- Mi madre me dijo medio llorando.

-Algún día tenía que pasar, mamá.- Dije sonriendo.

-Mami, mami.- Rose entró en la habitación corriendo.- Mira que guapa estoy, mami.- Ella me dijo sonriendo.

-Estás preciosa, más preciosa que siempre.- Dije dándole un abrazo y un beso en la mejilla.

-Vamos a ponerte el vestido, Aria.- Spencer me dijo.

-¿Tienes algo blanco, algo nuevo y viejo y algo azul?- Hanna me preguntó.

-Espera, Hann.- Emily dijo sonriendo. Me metieron en el vestido con cuidado de nos deshacer el pelo y después cada una se fue a su bolso.

-Algo blanco.- Dijo Hanna y me puso unos pendientes preciosos.

-Algo viejo.- Dijo mi madre y me puso una diadema en el pelo para sujetar el velo.

-Algo nuevo.- Se acercó Spencer y me puso una pulsera de oro con la fecha de la boda y nuestros nombres.

-Y algo azul, mami.- Emily y Rose me acercaron y me dieron el ramo con las flores azules.

-Es precioso.- Dije sonriendo y aguantando las lágrimas.

-Es hora.- Dijo mi padre asomándose a la puerta.

-Estoy nerviosa.- Dije.

-No lo estés.- Mi madre me dijo dándome un beso en la frente.


Primero entraron las chicas con sus novios. Detrás de ellos iba Rose tirando pétalos de rosas junto con un primo pequeño de Ezra que llevaba las arras.

Cuando entré en el pasillo lo único que podía mirar eran los ojos de Ezra. Cuando me vio, sus ojos se llenaron de lágrimas y al verlas mis ojos hicieron lo mismo.

Una vez allí Ezra me agarró de la mano y no me dejó ir durante toda la ceremonia.

-Ezra, puedes besar a la novia.- Dijo el pastor.

Ezra y yo nos acercamos cada vez más y nos besamos con pasión.

Todo a nuestro alrededor se fue, solo éramos el y yo y nuestro beso.

-Papi, mami.- Dos brazos nos rodearon. Nos separamos y Ezra cogió a Rose en brazos.

-Ya somos una familia.- Dijo sonriendo. Nos abrazamos mientras todos los demás venían a felicitarnos.

-Ya solo queda mi hermanito.- Rose dijo sonriendo.

-Eso va a tardar un poquito, mamá no puede tener un bebé en un día.- Le dije.

-¿Y a que estáis esperando?- Ella preguntó.

-Cuando pase, pasará. Ahora vamos a ir a comer y vamos a disfrutar del tiempo juntos hasta que mamá y yo nos tengamos que ir.- Dijo Ezra sonriendo.

-¡Comida! ¡Me muero de hambre!- Ella gritó y salió corriendo.


A las 12 de la noche, Ezra y yo empezamos a despedirnos de la gente, nuestro avión salía a las 3 de la mañana pero todavía teníamos que ir a por las maletas y teníamos que dejar a Rose en casa de Byron.

-Os echaré mucho de menos.- Dijo ella abrazándonos en la puerta de Byron.

-Y nosotros a ti, te llamaremos cada noche antes de que te vayas a la cama. Pórtate bien en casa de los abuelos y no des mucha guerra.- Dijimos Ezra y yo.

-Lo prometo papi.- Dijo ella sonriendo. Le dimos un último abrazo y nos metimos en el taxi.

Llegamos a Hawaii a las 9 de la mañana. Lo primero que hicimos al llegar a la habitación del hotel fue darnos una ducha y ponernos un pijama para dormir un poco antes de ir a comer.

-Antes de dormir.- Dije poniéndome a horcajadas encima de Ezra.

-¿No estabas demasiado cansada como para andar del taxi a la habitación?- El me preguntó.

-Si, pero como me has llevado ya no lo estoy tanto.- Dije sonriendo.- Vamos, Ez. Tienes que hacerme el amor por primera vez como tu mujer.- Le dije moviendo mis caderas. Noté su polla despertar y ponerse dura debajo de mi.

Besé su cuello y poco a poco empecé a bajar por su pecho hasta su ombligo. Seguí bajando hasta llegar a la cinturilla de sus boxers y empecé a bajarlos también. Cuando mi boca estuvo a la altura de su pene le di un beso en la cabeza y me lo metí en mi boca. Escuché a Ezra jadear cuando la metí toda en mi boca.

Noté a Ezra apunto de correrse así que me saqué su miembro de la boca y rápidamente lo hundí dentro de mi. Ambos gemimos como nos movíamos lentamente.

-Te amo.- Le dije. Empecé a saltar encima de el, quería que se corriese dentro de mi. Quería que empezáramos a crear un bebé.

-Me voy a correr.- Grité. El se movió cada vez más rápido y con su mano me acariciaba el clítoris.

-Vamos, nena. Córrete.- El me dijo y lo hice. Poco tiempo después el se liberó dentro de mi.

-Te quiero mucho, mi amor.- El me dijo.

-Yo más.- Dije quedándome dormida en los brazos de mi nuevo marido.

Siento no haber actualizado antes, he estado liada con los estudios y mi madre a estado mala y he tenido que cuidar de ella. Aquí os dejo un nuevo cap :D -M

Reunidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora