La llegada de los abuelos

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Finalmente había llegado el día en que sus familiares les visitarían. Jin Ling y Sizhui ya tenían todo listo, las habitaciones de invitados se encontraban en un perfecto estado, la casa parecía sacada de alguna revista especializada en decoraciones navideñas e incluso habían preparado algo de chocolate caliente para recibir a sus invitados.

Ambos hombres se encontraban en la sala en compañía de su hija, mirando una película de Barbie pero por el nerviosismo y el sueño ninguno era capaz de concentrarse en la película. ¿Quién era el villano? Jin Ling no estaba seguro, pero apostaba que esa esa elefanta, le daba mala espina.

Sizhui bostezó a su lado, cubriendo su boca con su mano antes de volver a enfocarse en la película. Marcadas manchas oscuras residían bajo sus ojos, habían pasado toda la noche estudiando a sus familias hasta que el sueño los venció. Podía ser que Jin Ling no hubiera dormido más de cuatro horas, pero por lo menos podía enumerar los instrumentos musicales que el padre de Sizhui sabía tocar. Lo mismo con Sizhui, pocas horas de sueño pero sabía los nombres de todos los medios tíos de Jin Ling (o por lo menos los que Jin Ling conocía), había sido una conversación incómoda para el castaño pero era necesario considerando que su tío a veces hablaba de estos, para darle información o para quejarse de estos.

¿Tuvieron otra vergonzosa escena mañanera? Por supuesto. Incluso Jin Ling se atrevía a afirmar que había sido la peor de todas. La noche anterior ambos habían estado tan cansados que se quedaron dormidos sobre las sábanas y cobijas, incluso la luz seguía prendida cuando sucumbieron a los brazos de morfeo. ¿El resultado? Jin Ling literalmente encima de Sizhui, actuando como una especie de cobija humana, y Sizhui abrazado a él con fuerza como una manera de darse calor. Al parecer la calefacción de la habitación no les fue suficiente a sus subconscientes que buscaron el calor corporal del otro.

Una escena vergonzosa, pero ambos actuaron como que no era importante además que no querían darle más vueltas al asunto de sus sentimientos cuando había algo de mayor importancia en lo que enfocarse.

—¿Faltará mucho para que lleguen los abuelitos?—preguntó YunYun a mitad de una canción de mujer pelirroja y sus ratas. Ambos padres estaban demasiado confundidos con la película, pero prefirieron no preguntar.

—Deben estar por llegar.—Sizhui revisó su celular.—No hace mucho que mis padres llegaron al aeropuerto así que deben estar en camino. ¿Estás muy emocionada por verlos?—preguntó apretando una de las regordetas mejillas de su hija, esta soltó una risita asintiendo varias veces con la cabeza.

—Siempre es divertido cuando están mis abuelitos, ¿creen que podremos ir a la villa de Santa con ellos?

—Después les preguntaremos, pero no veo razón por la que no querrían ir.—dijo Jin Ling. Solo tendrían que comprar unos boletos extras de los pases que se habían ganado en el kinder.

—Eso espero, quiero ir a ver a Santa con ellos.—declaró la niña volviendo a fijar su atención en la película.

Pero esta fue interrumpida debido al sonido del timbre, sin embargo no fue solo una vez, parecía que quien tocaba estaba decidido a causar un dolor de cabeza a Jin Ling. ShiYun saltó del sillón al piso, emocionada corriendo a la puerta siendo seguida por Sizhui.

—Sizhui, creo que tus padres llegaron.—Jin Ling terminó la marcha hasta la puerta, frotando ligeramente sus sienes. La noche anterior Sizhui había explicado cómo los insistentes timbrazos era algo característico de su papá, Jin Ling comenzaba a entender cada vez más la razón por la que su jiujiu se refería a su suegro como un gremlin.

Al abrir la puerta, ahí se encontraban el par de hombres que Jin Ling había visto en los cuadros. El primero era Wei Ying, un hombre de cabellos oscuros y juguetones ojos grisáceos, mostraba una gran sonrisa pícara que casaba a la perfección con su carácter animoso. Según lo que habían estudiado la noche anterior, Wei Ying era un hombre muy inteligente y talentoso, no por nada era un doctor reconocido por sus campañas en favor de las infancias. Sin embargo le encantaba divertirse y causar problemas. Jin Ling debía evitar mostrar que algo le molestaba, o Wei Ying usaría eso para hacerle bromas.

Un deseo de navidad - ZhuilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora