En diciembre no había nada que los empleados de Shuanghua amaran más que recibir su pago a tiempo junto con su preciado aguinaldo. A menos que se tratara de la fiesta de Navidad de la empresa.
Shuanghua, era una de las más prestigiosas agencias de relaciones públicas y marketing de China. Su fama no solo se debía a los clientes que conforman su agenda, sino que su gran reputación y la razón por la que siempre se encontraban saturados con curriculums era debido a sus condiciones laborales junto con todos los beneficios con los que sus empleados contaban. Curioso como era considerado peculiar que una empresa tratara a sus empleados como merecían.
La emoción de los empleados era comprensible.
A pesar que aún faltaba una semana para la navidad, muchos de los trabajadores ya se encontraban abrumados. No era una temporada fácil. Apenas recibían su sueldo y este desaparecía en pagos de servicios, deudas y todos los gastos referentes a los rituales de la temporada.
Por eso la fiesta de Navidad era como un pequeño rayo de luz entre la oscuridad. Un momento de relajación de todos sus problemas, donde su generoso CEO, Xiao Xingchen, se encargaba de mimarlos. Desde la decoración hasta los regalos excepcionalmente caros, Xiao Xingchen se encargaba de que cada detalle fuera del agrado de todos.
La locación de la fiesta de ese año era en un hotel cinco estrellas. El Xingchen no había escatimado gastos en cuanto a la decoración, siendo esta una combinación entre lo acogedor y la elegancia. Coloridas luces navideñas rodeaban el área del salón mientras que lámparas blancas de papel colgaban del techo. Las mesas estaban ataviadas con manteles rojos y verdes, cada uno con grabados de nochebuenas y muérdagos.
El elemento central del lugar era el gran árbol navideño en medio del salón, al pie de este no estaba decorado con regalos como usualmente se haría sino con esferas de nieve que, de acuerdo a los rumores, todas eran propiedad del CEO.
—Ah, no puedo dejar de sentirme nerviosa.
Una mujer de cabellos castaños y distintivos ojos blancuzcos no podía dejar de mirar las esferas de nieve mientras que daba un mordisco a su Éclair de chocolate. El dulce sabor del chocolate causó que su expresión preocupada desapareciera, siendo reemplazada por una de deleite.
—Maldición, como amo a Xiao Xingchen. Estos pastelitos están tan deliciosos, debo tomar más antes de que se acaben.
A su lado dos hombres soltaron algunas risas ante el repentino cambio de su amiga. Aunque no podían burlarse porque le hubiera ganado la emoción por la comida, después de todo sus platos estaban repletos de pastelillos, galletas y macarons. Solo se hicieron el recordatorio mental de tomar algunos éclair antes que A-Qing se los comiera todos, conocían a su amiga y sabían que era muy capaz de comerlos todos o, en su defecto, guardar una gran cantidad en su bolso.
Aún recordaban con terror la última visita al buffet de postres del que fueron vetados.
—¿Qué te pone nerviosa?—preguntó Ouyang Zizhen una vez que las risas cesaron.—¿Qué les pase algo a las esferas de nieve?
No era necesario ser un detective para imaginar que hacía preocupar a la siempre relajada A-Qing, después de todo desde hace rato que esta no dejaba de mirar las bolas de nieve y, honestamente, desde que las había visto Zizhen se había llenado de ansiedad por si algún atolondrado bailarín llegaba a romperlas al dar un mal movimiento, o simplemente que un borracho cayera sobre estas por su falta de equilibrio...
O que alguien se los quisiera robar.
Eran tantos los posibles finales trágicos para aquellas bolas de nieve que Zizhen no se podía relajar.
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Un deseo de navidad - Zhuiling
Fiksi PenggemarLan Sizhui y Jin Ling son estrellas en ascenso del departamento de marketing y un par de obsesivos al trabajo, todos a su alrededor son conocedores de sus aptitudes pero la rivalidad entre ellos ha llegado a un punto de fastidiarlos a todos. Con un...