PARTE 11 (El mundo de Hira)

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**Hira**

Hira caminaba en silencio, agarrando las correas de su bolsa y viendo a Kiyoi quien caminaba unos pasos frente a él.

"Tan hermoso", dijo suavemente contemplando la vista.

Levantó su cámara.

Click.

En un mar de gente, él solo se enfocaba en una persona.

No importaba cuánta gente lo viera – en sus ojos solo existía uno.

Hoy era inmensamente feliz. Si moría en ese momento, no se quejaría para nada. Había creído que el pináculo de su felicidad fue el tiempo que pasó con Kiyoi durante la escuela. Esas tardes en su casa o en el salón después de clases. Ahora estaba viviendo el verdadero milagro. Su dios había bajado y le cedía la gracia de su presencia. Podía acercársele, tocarlo, besarlo... incluso podía llamarlo suyo.

Su cámara seguía levantada cuando Kiyoi se giró hacia él. Esos hermosos ojos que se asomaban entre la mascarilla y la gorra miraban fijamente a la lente.

Se atraían como el acero al imán.

Click.

Se detuvo a revisar la imagen. Era perfecta, hermosa.

"¿Qué estás haciendo?", Kiyoi también se detuvo.

Hira se movió rápidamente para adelantarse y acercarse a Kiyoi.

"Lo siento".

Kiyoi movió la cabeza y empezó a caminar de nuevo.

"Esa chica", habló de nuevo Kiyoi. "¿Eres cercano a ella?.

Hira frunció el ceño.

"¿Chica? ¿C-c-cuál chica?".

"La chica molesta en tu grupo".

"Oh", cayó Hira en cuenta. "No. Solo estamos en la misma clase".

Kiyoi asintió.

"Era tan molesta", murmuró.

"Lo siento", respondió Hira. "Te causé problemas hoy".

Kiyoi lo miró. "¿Por qué te disculpas" Era ella la que estaba molestando al novio de alguien más".

Un dejo de sonrisa apareció en los labios de Hira con lo que dijo Kiyoi. La palabra 'novio' usada para referirse a él y a Kiyoi era suficiente para que su corazón se detuviera.

Luciendo algo frustrado, Kiyoi se giró de nuevo a Hira. "En fin. ¿Qué tienes que hacer después?".

"Necesito pasar al club de fotografía".

Kiyoi asintió.

"Dime por donde", le indicó.


**Kiyoi**

El cuarto estaba tan silencioso que se podía oír caer un alfiler.

Tres pares de ojos revisaban a Kiyoi de pies a cabeza, con las quijadas en el suelo.  Un par de esos ojos estaba en el rostro de Koyama.

"¿Qué hay con esa ropa?". Dos de los miembros del club caminaban en círculos alrededor de él, tocando lo que usaba.

Kiyoi tomó asiento en una silla con una pequeña sonrisa.

No podía decir que no entendía la reacción de la gente. Después de todo, ver esta versión de Hira era algo raro. Raro también para Hira ya que casi nunca se vestía así. Se sentía a la vez orgulloso y posesivo. Su novio era tan atractivo y quería mostrarlo al mundo, pero a la vez no quería que nadie lo viera mucho. Era un gran dilema.

AUN ERES MI HOMBRE HERMOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora