Capitulo 26.

1K 65 17
                                    

Me senté a la orilla del rio para poder tener un momento de paz, no es que mis hijos me molesten pero tengo que saber ser fuerte para ellos y hay días en que realmente no puedo fingir estar bien.

Todos me dicen que Alec jamás regresará, que cuando caes en un portal sin saber donde va te pierdes en el limbo, pero yo se que él regresará, no puede abandonarme, no puedo hacerlo solo.

-Tienes que comer algo, no lo hagas solo por ti.-Me dijo Izzy sentándose junto a mi.

-Lo intente, tratare de comer algo más un poco más tarde.-Le dije sin mirarla.

-Hoy fue la formalización de Clary, la condenaron a lo que le queda de vida en prision.-Dijo Izzy y asentí.

-Fue poco para lo que se merece.-Dije respirando hondo.

-Dijo que estaba arrepentida, pidió que te dijeran que lo sentía mucho.-Me dijo y la mire molesto.

-Cuando Alec regrese le diré que vayamos a verla solo para demostrarle que no pudo destruir a nuestro familia.-Le dije y me miró con tristeza.

-Jace han pasado casi siete meses, Magnus y todos han tratado de rastrear alguna señal de el, es mi hermano y el ángel sabe cuánto lo amo pero tienes que asumir que no va a regresar.-Me dijo y la mire enojado.

-Puede que ustedes se den por vencidos pero yo no lo haré, no renunciaré a él, es la mitad de mi vida, no puedo hacer esto sin el, no puedo hacer esto nuevamente sin el.-Dije acariciando mi abdomen de ocho meses de embarazo.

Supuestamente Magnus había bloqueado el poder quedar embarazado pero no fue así, nuevamente estoy embarazado de mellizos y ya están por nacer. Este embarazo ha sido mucho más difícil que el anterior y no solo por ser mellizos, también por que sin el apoyo de Alec me siento vacío.

-No discutiré más contigo, ahora tienes que ir a comer y alimentar a mis sobrinos, queremos a esos dos hombrecitos grandes y fuertes.-Dijo acariciando mi abdomen.

Sonreí y asentí parándome con dificultad, si bien mi abdomen no ha crecido tanto al ser dos me cuesta hacer muchas cosas.
———
Años después...

-Alexander, Mateo, no corran tan fuerte.-Les dije a mis remolinos de siete años, Alexander es la copia de Alec, sus ojos, su pelo, su forma de ser, en cambio Mateo es mi copia, con la diferencia que sus ojos son un poco más azules que los míos.

-¿Puedes contarnos más de papá?-Me dijo Mateo sentándose junto a mi.

-Si, queremos saber nuevamente la historia de cuando se enamoraron.-Dijo Alexander.

-Yo les contaré de papá, mientras recolectamos manzanas con Chris.-Dijo Sofía con una canasta.-Papi, Tio Magnus, la abuela y tía Izzy están esperándote en la casa, creo que es importante por que sus caras son de preocupación.-Dijo mi niña un poco preocupada.

-Bueno, gracias cariño, cuida a tus hermanos.-Le dije besando su frente.

-Siempre papá, Te amo.-Dijo abrazándome con fuerza.

-Yo te amo más.-Le dije abrazándola de vuelta.

Camine hacia la casa un poco preocupado, cuando vienen todos juntos nunca es nada bueno.

-¿Que sucede?-Dije al entrar.

-Siéntate hijo, tenemos que hablar contigo pero tienes que mantener la calma.-Dijo Maryse nerviosa.

-No me asusten, díganme que es lo qué pasa.-Les dije nervioso.

-Lo qué pasa es que creo haber encontrado algo, no es nada seguro pero creo que capte una señal de él.-Dijo Magnus.

SOLO MÍO...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora