*°• ᴘʀᴇᴛᴛʏ - ᴊᴀʏᴡᴏɴ •°*

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 Un mes después...

—¿Qué tal el día?— el chico se recargó en el casillero de a lado esperando a que el rubio terminara de sacar sus libros del suyo.

—Mal, una vez más mi papá me preguntó cuándo traeré a mi "novio" a casa— se dirigió a él haciendo comillas.

—¿Pero qué no le habías dicho que apenas llevaban poco tiempo y que tu "novio" aún no estaba listo o algo así?

—Hee, mis padres son insistentes, más mi papá Tae.

—Bueno, pues tendrán que esperar, además... ¿Qué no estabas buscando a alguien para que te ayudara y se hiciera pasar por tu pareja?

—No he encontrado a nadie aún.

—Creo que necesitas ayuda— hizo una sonrisa perversa a lo que Jay temió.

 La graciosa escena de Heeseung arrastrando a Jay hacia el salón de clases le causaba risa a Riki, el rubio fué sentado en el banco bruscamente y su amigo puso sus manos sobre la paleta del pupitre haciendo un estruendo, por suerte estaban solo ellos, aún no era la hora del inicio de clases.

—¿Ahora qué tiene el enano?— cuestionó Nishimura

—¡Enano tu papá!— se mostró indignado.

—¡Eso no es cierto! Eres un grose— la puerta abriéndose los interrumpió dejando ver a una chica de cabello castaño claro y corto cargando su mochila del asa izquierda sobre el mismo hombro acompañada del mejor amigo de Jay, un chico también de cabello rubio, casi grisáceo.

—¿Empezaron a chismear sin mí?

—¿Quién te manda a llegar tarde, Rei?— preguntó Heeseung, acomodando un mechón de su cabello rubio claro.

—También quiero saber, ¿No hay clases?

—Sólo a tí te preocupan las clases, Jungwon — reprochó Riki

—Bueno, pero ponme al tanto— el peliazul y la castaña miraron expectantes al chico que no dejaba salir a Jay de su lugar.

—Jay necesita un novio.