*°• ᴘʀᴇᴛᴛʏ - ᴊᴀʏᴡᴏɴ •°*

12

Una vez que todos llegaron al parque de atracciones, comenzaron su plan.

Primeramente, Heeseung como toda persona intelectual, había escogido ese mismo día porque según el certero pronóstico del tiempo, ese día iba a estar nublado, por lo tanto iba a ser muy útil porque encajaba en el ambiente de la historia.

También había pedido a JungWon y Jay, que llevaran ropa aparte, para poder tomar fotos que simularan ser de la época decembrina, y ahora mismo ambos estaban haciendo el cambio de ropa en los baños del establecimiento.

Lo único que faltaba para tener todo listo, era conseguir ese preciado listón celeste que adornaría el afelpado cuello del oso rosado, el cual no estaban seguros de si existía en alguno de los puestos. Y así fue, Lee fue a la tienda de manualidades, para que al final, su ida a la tienda diera un giro inesperado, por eso ahora mismo sostenía a un chico de cabellos rosa, quien poseía las mejillas más lindas que hubiera visto y unos ojos inigualables.

—P-por supuesto— asegurándose de que el chico ya estuviera en una posición estable, se separó de él para alcanzar la plastilina y dársela, alcanzando a sentir su suave manito.

—Muchas gracias— le habló el pelirosa sin querer mirarlo a los ojos e hizo una reverencia. Lo más seguro es que tuviera un sonrojo, y él también sentía sus mejillas y orejas calientes.

—No te preocupes, fue un placer— torpemente también hizo una reverencia ante el de baja estatura.

Luego de ello, el pequeño caminó en dirección contraria y el castaño volvió en sí, yendo al área donde encontraría el listón que buscaba, escuchó la campana de la puerta sonar y dirigió su atención al tintineo, a través de la ventana vio al lindo chico caminando hacia una camioneta negra, y lo único que hizo fue esperar a que pudiera verlo nuevamente, llegaría a esa tienda una y otra vez solo para encontrarlo.