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Justo como Rei le había dicho, JungWon caminó hasta el segundo piso y se dirigió a la dulcería donde encontró a sus dos amigos admirando por los ventanales la variedad de golosinas que ofrecía el local

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Justo como Rei le había dicho, JungWon caminó hasta el segundo piso y se dirigió a la dulcería donde encontró a sus dos amigos admirando por los ventanales la variedad de golosinas que ofrecía el local.

Definitivamente, HeeSeung y Rei podían gastar su dinero en cualquier cosa sin dudarlo, lamentablemente ésta no sería la ocasión porque habían quedado en buscar un buen regalo para llevar mañana a la fiesta de Jay, claro que a pesar de llevar casi dos horas dentro del mall no habían conseguido nada aún.

Para JungWon hubiera sido más preferible ir con todos y llevar a Jay a algún lugar para comer o divertirse y ahí mismo comprarle lo que él quisiera, igual que siempre. Ésta vez sus padres habían decidido darle el permiso de hacer una fiesta y bueno, después de que la escuela anunciara que tendría visitas de inspección y una junta escolar prefirió suspender las clases, jueves y viernes.

—¡Ya dejen de babear y vámonos! Es increíble que ya tengamos dos horas aquí— habló Won llamando la atención de ambos chicos.

—¡Ya! Creo que ya sé qué puedo comprarle a Jay— habló la chica con entusiasmo.

Mientras los dos chicos esperaban a que su amiga saliera de aquella tienda con el dichoso hoodie blanco, Yang exploraba su alrededor desde la banca en la que estaba junto al rubio para ver si alguna tienda podía llamar su atención, por un lado veía ropa, por el otro manualidades, a lo lejos electrónicos, discos de música, en resumen, nada.

Eso fue hasta que volteó detrás suyo y vió una joyería.

—¡Ya vine! Seguro le gusta— dijo la castaña satisfecha con su compra.

—Regresemos a la dulcería, creo haber visto una clase de caja de dulces para regalar— sugirió Lee pensando en aquella caja mediana que había visto desde el vidrio momentos antes.

—Ustedes vayan, ahorita los alcanzo— avisó mirando la tienda al otro lado de reojo.

JungWon caminó hasta el final del largo pasillo para poder rodear y llegar al otro lado del segundo piso, a pasos lentos avanzó hasta quedar frente a los aparadores de la joyería, sus ojos recorriendo cada esquina de la tentadora mercancía.

Sin dudar, ingresó para darle un vistazo a las demás vitrinas, entonces una sonrisa se dibujó en su rostro al posar su vista en la tercera repisa frente a él. A Jay le iba a encantar.

*°• ᴘʀᴇᴛᴛʏ - ᴊᴀʏᴡᴏɴ •°*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora