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—Esposas, necesito esposas.

Jisung se volvió bruscamente cuando la voz ansiosa de Felix flotó en la habitación. Vio a Felix prácticamente corriendo por las escaleras hacia la sala de estar. Su rostro era todo sonrisas, pero Jisung podía ver la frustración por debajo de la superficie.

—¿Tú necesitas qué? —Jeongin preguntó, él y Hyunjin habían llegado unos minutos antes. Jisung había estado informándoles de todo lo que había estado ocurriendo cuando Felix había llegado corriendo por las escaleras.

—Necesito esposas, por lo menos dos pares, preferiblemente cuatro. Tengo dos en mi casa. ¿Alguien más tiene?

—Uh, tengo un par. —Hyunjin agregó. —¿Qué es exactamente lo que vas a hacer con ellas?

Felix vaciló. —Tú no quieres saber. Solo piensa que las necesito. ¿Puede alguien ir a mi casa y conseguirlas, y luego, ir a casa de Hyunjin por las suyas?

—Creo que yo puedo —Hyunjin respondió. Poniéndose un poco rojo. —Yo, al menos, sé donde están las mías, pero ¿dónde guardas las tuyas?

—Están en una de esas cajas de mimbre azul en el estante, al lado de la televisión. Fueron un regalo de broma de las niñas del trabajo el año pasado. Nunca pensé que tendría la oportunidad de utilizarlas. Ahora ve y hazlo rápido. Tengo poco tiempo.

Felix le entregó su llave a Hyunjin y lo vio apurado en la puerta antes de volver para hacer frente a los tres hombres que salieron de la habitación. Él sintió que se le enrojecían las mejillas de nuevo, con la sonrisa en la cara de Jisung.

—¡Oh, Cállate. Esto es todo culpa tuya!

—¿Mi culpa? ¿Cómo puede ser mi culpa?

—Ah, como si no estuvieras planteándolo todo el tiempo. Tu sabias lo que sucedería cuando Changbin me dijera la verdad.

Jisung sonrió. —Tuve una vaga idea.

—Es posible que quieras llamar a Christopher y decirle que disponga para ustedes la mesa del propietario del club. Si tengo algo que decir al respecto, esto va a tomar un buen tiempo. He estado esperando durante semanas para conseguir que el hombre entre en mi cama, y ahora que lo tengo lo deseo más. Y no pienso dejarlo salir de aquí muy pronto que digamos.

—¿Seguro que no quieres que me quede, tal vez solo por un ratito? —Jisung preguntó.

—Infiernos, no. Hay algunas cosas que una persona tiene que hacer sin una audiencia. Hablando de eso, Sr. Choi, se puede ir. Changbin se comunicará con usted mañana, si él necesita cualquier cosa de usted.

—Lo siento, Sr. Lee, yo trabajo para el Sr. Seo, no para usted. Él me dijo que lo esperara aquí, y eso es lo que voy a hacer. —Él dijo mientras agarraba los bordes de su traje y se los juntaba.

—Actualmente, Sr. Choi, de acuerdo con los papeles que usted trajo, ahora trabaja para mí. Y si usted tiene algún problema con eso, puede tratarlo hasta mañana con el Sr. Seo.

—Él puede tratarlo conmigo ahora. —La voz de Changbin, se escuchó desde la parte superior de las escaleras. —Sr. Choi, ¿tiene algún problema con Felix? ¿Algo que te gustaría compartir con el resto de nosotros?

—Sr. Seo, realmente no quiero faltarle al respeto. Pero yo...

—Pero a mi me parece que eso mismo es lo que está haciendo. —Jeongin agregó en voz baja. Recibiendo una mueca hostil del balbuceante abogado.

Changbin caminó el resto de la escalera y por la sala hasta que se puso de pie al lado de Felix, y él envolvió su brazo sobre los hombros de Felix.

—Estoy esperando, Sr. Choi

Mr. Wonderful ☆ ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora