Vientos De Cambio.

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Llega la brisa, llega a la orilla,
Gente de mi tierra, de Madrid al Postiguet,
Y con ello la vida ahogada en la pandemia,
Buscando aquella libertad que desea volver.

Vuelve un recuerdo quebrado en mi infancia,
Vuelven las noches, las cigarras color ocre,
Llueven memorias que impregnan el presente,
Lagunas que tiemblan a la llegada de la madurez,
Del esfuerzo de mi mente que me intenta proteger.

Y pasan días y días, queman mis labios,
Abrazo los últimos días que quedan de verano,
Tan fuerte que apenas noto que se sueltan de mi mano,
Como si pudiera detener el final que todos esperamos.

La ilusión se acurruca de nuevo en mi cama,
Acariciando mis deseos y las ganas de volver,
Amarrando las cuerdas, izando la vela,
Guardando en baúles el miedo, mi pobre impotencia;
De verle, de temerle,
Sin creer que seria yo,
Quien tuviera la decencia,
De recuperar su anuencia.

Veo su rostro y no reconozco una figura paterna,
Solo el gesto de alguien que no siente ninguna pena,
De ese niño que le admiró y anhelaba su presencia,
Que se cuestionaba si le quería,
O mínimo apreciaba la idea de que al final naciera.

Desvaneciendo pensamientos que se rasgan cuando rabio,
Un verano que se deja ir cuando se aproximan vientos de cambio.

UN PADRE AL QUE NO ABRAZARÉ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora