Capítulo 12

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-¿Cómo crees que se me podría olvidar?-

-Pues como estabas tan enojado, pensé que ni siquiera me habías escuchado.-

-No me gusta para nada cómo llegas a tratarme, pero eso no quiere decir que no te vaya a escuchar.- Camina hacia la puerta. -Si me permites, tengo que ir a sacar unas copias.-

-Claro... Adelante.- Suspiró profundo y continuó haciendo su trabajo, ese Uchiha resultó ser más rebelde de lo que parecía, no sabía cómo iba a lograr casarse con él si ya de por sí las cosas no iban muy bien.

Tuvo una junta con los directivos de la empresa, por lo que se vió obligado a interrumpir su jornada, sólo esperaba no tardarse más de lo esperado para así poder salir temprano e ir a cenar con Sasuke en tiempo y forma, de lo contrario, ese azabache lo mandaría al demonio.



-¿Está Naruto? Quedamos de vernos a las siete para resolver unos pendientes, ya pasaron cuarenta minutos de lo acordado y nada.-

-Qué suerte tengo de verte dos veces en un mismo día, Kakashi.- Dejó lo que hacía a un lado. -Naruto está en una de sus juntas, sólo que ya se tardó más de lo normal. Es una pena que te haga perder tu tiempo, con esa agenda tan apretada que tienes siempre... Debe ser frustrante.-

-Ya me he acostumbrado, ojalá fuese tan puntual como su padre, pero algo bueno de esto es que así tendremos más tiempo para platicar tú y yo.- Se sienta en el sillón y da una palmada en el otro asiento, invitándolo a sentarse también, a lo que Sasuke accede.

-Quedamos en cenar en su casa a las ocho, pero no veo que vaya a salir a tiempo, ayer me dijo que tenía cosas más importantes que hacer que estar conmigo, si hoy no llega a tiempo, yo me voy, se cree la gran cosa ese rubio sólo porque está bueno.-

-Vamos, ¿Qué podría ser más importante que estar contigo?-

-Es lo mismo que yo pienso, es un idiota.- Resopla y se recarga en su mayor. -No me respeta y se cree que soy yo quién tiene que estarle rogando a él.-

-Bueno, quizá por algo no se ha casado, ¿No crees? Tal vez no se le den muy bien las relaciones interpersonales.-

-No, él sólo es un idiota.- Niega.

-Si te molesta, deberías ir con tu esposo en lugar de ir con él, el pobre te adora y tú siempre lo traes a dieta por estar dando de comer en casa ajena.-

-Le recuerdo que una de esas casas era la suya... Y aún así, nunca lo traje a dieta, a Sai siempre le dí de comer muy bien, ya sabe, alimentado con la mejor carne, osea, la mía.- Dice con un toque de orgullo.

-Eso no lo voy a negar, pero sólo lo alimentaste carnalmente, debes reconocer que lo dejaste abandonado en muchos otros aspectos.-

-Esa era la forma de demostrar mi cariño, pues a mí tampoco se me da muy bien eso de los sentimientos.-

-¿Estás seguro de que es eso? ¿Realmente lo querías, Sasuke? ¿Crees que vas a extrañarlo?-

-Yo sé que lo quería, a mí manera, pero lo hacía, estoy acostumbrado a él, va a ser muy difícil llegar a mí casa y ver qué no hay nadie.- Suspira. -Y justo cuando planeabamos formar una familia...-

-Si pasó en ese momento decisivo de sus vidas, es por algo, quizá no es él con quién estás destinado a pasar el resto de tus días. Te casaste bastante jóven, aún te faltó vivir varias cosas, conocer a más personas, y a él también.-

-¿Usted cree que sea así? Mis padres en su momento también me dijeron que era muy pronto, pero yo sinceramente... Estaba muy enamorado.-

-Sí, y no digo que no fuera él la persona correcta para tí, pero quizá iniciar el matrimonio siendo adultos ya maduros hubiera cambiado muchas cosas.-

Ámame (NaruSasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora