Capítulo 8: Bombas

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He tardado bastante, lo sé

He estado ocupada con la Universidad por lo que he tenido todas mis historias detenidas, por lo tanto ni siquiera he terminado las que estaban pendientes o en sus fases finales

Espero poder terminar una antes de junio, pero realmente no prometo nada

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Narrador

—¿Cómo conoció a Tomofumi? —preguntó el oji-azul ajeno a lo que pasaba afuera.

Esta pregunta sorprendió al ex-jugador. —¿Cómo sabes que lo conocía?

—Usted aparece en el video que grabó el Motomura-san. —le respondió infantilmente. —Usted Nakaoka-san estaba saludando a Tomofumi-kun, lo conoció durante su tercer año de preparatoria, ¿cierto?. Fue en la escuela Haido durante su entrenamiento

—¿Cómo te...? —el hombre estaba realmente impresionado por escuchar esos datos que nadie debería saber.

—Nakaoka-san entrenaba en el parque Haido al cual estaba cerca de la secundaria de Haido y me enteré que su ciudad natal es Gunma. Habló con Tomofumi-kun cuando estaba mirando su práctica, ¿cierto? —una sonrisa tranquila se mostró en su rostro. —Así como usted una vez habló con Kazu-senshi. —cosa que despertó un recuerdo de su pasado.

—Niño, ¿te gusta el fútbol?

—Si.

Al darse cuenta que no podía ocultarle nada a ese pequeñajo le contestó de forma afirmativa y prosiguió a contar los sucesos. —Tomofumi y yo nos conocimos en primavera, como tu dices fue cuando estaba practicando en el parque Haido. —ese recuerdo lo hizo sonreír. —Aunque Tomofumi tenía un cuerpo débil empezó a ayudarme con mi práctica.

Esos eran los recuerdos más valiosos que tenía en toda su vida.

—Nuestra práctica llegó hasta el invierno, gané el torneo de fútbol de la escuela y celebré con Tomofumi. —el hombre recordaba que justo en esa época le daba la muñequera roja que hace mucho le dieron a él.

—Pero, tuviste un accidente. —habló Shinichi al ver que el hombre se detuvo. —Y su relación terminó, ¿no?

—Si. —respondió sin más. —Con el fin de poder contactarme con él y mantenerme en forma hice mi rehabilitación durante medio año; después de haber terminado con ello volví al parque de Haido y allí estaba Tomofumi, estaba en cuarto grado y había ingresado en un equipo de fútbol, mientras nos sentamos en una banca a platicar me contó que su entrenador lo dejaría jugar el próximo partido a pesar de su frágil cuerpo y celebrariamos si marcaba su primer gol. Él hizo un gol justo como lo prometió después de mirarlo me dieron ganas de empezar de nuevo, pero... había muerto.

—Así que, es ahí cuando empezó a pensar en la venganza contra Kogoro. —comentó Edogawa.

—Si. —respondió afirmativo.

—¿Cómo conseguiste las bombas?

—Tengo un amigo en Namba que es un profesional en eso. —respondió el mayor encogiéndose de hombros sin darle mucha importancia.

—Así que tú plantaste todas esas bombas en el estadio, ¿eh? —dijo Kudo sin darle mucha importancia. —Y el estadio número 10 no era Kokuritsu, era este estadio Touto. Ha puesto bombas falsas en el número 10, ¿cierto? —comentó. —Es por eso que no se desactivó con los lanzamientos de Sanada-senshi, no tenías intención de poner bombas allí porque ese estadio es como un lugar sagrado para ti, ¿verdad?; esperas morir aquí en el césped como miembro del J-League, estableció que las bombas en el estadio Touto hicieran explosion a las 5:50 p.m., planeo morir con el tío Kogoro después que resolviera el acertijo, la hora en la que la escuela Haido se convirtió en el número uno; en lugar de escribir "5:50 p.m." escribió "al final del juego".

Undécimo delanteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora