Epílogo

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Narrador

—Debí pensarlo mejor cuando accedí a asistir a esta fiesta. —se quejó Edogawa tomando un vaso de juego que su novia dejaba en la mesa.

Los niños estaban hablando con el profesor de lo emocionados que se sentían porque pronto sería la entrega de regalos; Ran y Sonoko hablaban entre cuchicheos, seguramente planeando algo mirando de reojo a los rejuvenecidos.

—¿Por qué lo dices? —preguntó ella con una sonrisa burlona, para ella no tenía sentido porque seguiría viniendo pues era en la casa Hakase aunque la fiesta no se hubiera decidido.

—Porque si no estuvieran todos aquí, podríamos haber pasado una navidad solos dándonos regalos sin tener que ocultar nuestra emoción por eso.

—Ah, ¿hablas del regalo que escondiste debajo de mi cama? —preguntó divertida.

El chico la miró impactado, sin darse cuenta cómo dos cotillas se exaltaban en su lugar, Sonoko moviéndose sutilmente hasta fuera de la sala sin que nadie lo notará.

—¿Cómo sabes eso? —le preguntó Conan impactado.

—No eres tan silencioso, sabes. —le dijo Ai rodando los ojos. —Creí que ya lo sabías desde la última vez que me seguiste con Heiji. —afirmó antes de ir a la cocina.

Sherlock se sonrojó ante eso, pero enseguida la siguió. Ran comprobando que no les prestaba atención los seguía de lejos manteniendo la entrada de la sala vigilada.

—Dijiste que no volverías a mencionarlo. —exclamó avergonzado.

—Y prometiste dejar de intentar ser un espía. —le siguió ella.

—Solo intentaba sorprenderte. —dijo quejumbroso Conan recibiendo los platos de galletas que repartirá a sus amigos.

—Cariño, tendrás que esforzarte más para eso. —dijo ella divertida dejando un casto beso en sus labios antes de salir con otro gran plato de comestibles.

El ojiazul suspiró desganado, había perdido sin haberse dado cuenta. Para cuando volvieron Sonoko y Ran se encontraban nerviosas evitando la miradas de los infantes.

—¡Vamos a ver los regalos! —exclamó feliz Agasa vistiendo un traje de santa.

Los mini-adolescentes se miraron con una sonrisa, antes de acercarse a su figura paterna. —Feliz Navidad, profesor. —exclamaron los dos con una gran sonrisa, Conan extendiendo lo que parecía una tarjeta envuelta en una papel rojo.

El profesor los miró sorprendido antes de sonreír brillantemente, enseguida decidió abrirlo. Las lágrimas se le formaron en sus ojos, era muy simple pero era de sus protegidos.

Feliz Navidad, profesor Agasa

A nuestro padre, le damos las mejores energías para sus éxitos

XXXXXXXXXX - Este número es del dueño de una empresa de videojuegos, tendrá una reunión con él para mostrarle sus mejores inventos

Dia: XX

Hora: XX: XX: XX

Mucha suerte 🍀

De parte de: Shi&Shin

—Esto es lindo de su parte. —afirmó el viejo hombre abrazándolos con fuerza. —¿Cómo consiguieron esto? —preguntó aún en medio del abrazo.

—Una pequeña ayuda de mi padre. —respondió Kudo riendo nervioso, a lo que la chica golpeó su costilla. —Ouch.

Undécimo delanteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora