Nuestro dulce castigo [ Cap 3 ]

1.4K 106 37
                                    


|| Narra Estados Unidos

Pip...

        Pip !¡

Pip  
              Pip

Desperté con la fuerte y fastidiosa alarma de las mañanas resonando en mi habitación al máximo, la apague mientras abría los ojos con pesadez, lo primero que vi al abrirlos fue el blanco techo. Intentaba ponerme en mis sentidos, ya que cuando despertaba me colocaba más desorientado y tonto que un borracho de esquina a las 3:00am.

Percibí un pequeño agarre en mis caderas y algunos roces en mi cuerpo en general. Voltee a ver a la izquierda, viendo al responsable de tal contacto en mi cuerpo, el cual era China. Sus fríos brazos se enrrollaban en mi cintura, y sus manos terminaban chocando contra cierta fracción de mi parte trasera. Lo mire, el seguía dormido aparentemente...aferrándose a mi como si yo fuese su oso de peluche.

— Jap...Japón...te extraño...- Lo escuche decir entre dientes mientras el hacia que nuestros cuerpos se juntaran más.

— (Ah..? Japón? Quien diablos es ese. Despierta come perros! Yo no soy ese tal Japón) - Pensé mientras fruncia el ceño e intentaba apartarme de el, pero era casi imposible, el me sujetaba con tanta fuerza que estaba acabando casi que acorralado entre sus brazos.

— Por si te lo preguntas, Japón es su novio. - Escuche una voz gruesa en una de las esquinas de mi habitación. Voltee ligeramente mi cabeza, y note que quien había dicho aquello era el ruso. Vi que este mismo se estaba cambiando, pero no preste mucha atención a ello.

— Su...novio? Este idiota piensa que soy su chico o que ?! - Dije algo exaltado - Oye Rusia, por lo menos ayúdame -

— Y tu por lo menos déjame cambiarme tranquilo - Dijo el ruso, sin poder terminar de ponerse su ropa por ir a ayudarme. Se acerco a mi y me tomo de uno de mis brazos, me jalo hacia a el con tanta fuerza que termine ahora fuera de la cama entre los brazos del ruso.

— Gracias... - Dije en voz baja, subí la mirada, chocando mis ojos azulados con la mirada inexpresiva de ese euroasiatico.

Me tense un poco al notar que estaba muy apegado a él, y no sólo eso, sino que Rusia no traía camisa pues no se había terminado de cambiar.

— Que? Por que reaccionas así rubiesito? Mira esa expresión, se nota que te pones nervioso cada vez que chocamos miradas - Dijo burlesco el mayor, apartándose de mi.

Me quedé estático un momento, era cierto, me ponía nervioso cada vez que lo miraba fijamente y ni yo mismo lograba entender porque.

— Mh...Y-ya es de día? - Dijo a penas despertándose el chino ante tanto escándalo en la habitación.

— No se, puede que siga siendo de noche. Fíjate en la ventana - Dije de manera sarcástica para luego ir a hacer mi rutina diaria.

China, Rusia y yo finalmente terminamos de alistarnos. Mi madre se ofreció a llevarnos, yo dije que no, pues no deseaba que todos en la escuela nos vieran a los tres juntos, pero lo inevitable paso y mi madre terminó llevándonos a todos.

— Tengan un buen día chicos! Y Canadá, compórtate, no vayas a tener otra pelea como la vez pasada, entendiste? - Dijo la francesa con un tono autoritario

— Si madre... - Dijo mi hermano fingiendo hacer caso a las palabras de nuestra madre.

Los cuatro entramos, y yo rápidamente me separe del come perros y el de mirada asesina, para ir con mi pequeño amigo peruano.

— Heeey! Como estas bro! Wow...y esa cara ? - Me pregunto preocupado mi mejor amigo al verme.

— Te contare luego... - Dije sin muchas ganas de explicar porque tenía esa expresión cansada, quiero decir, como podía explicarle que dormí en mi cama junto a dos chicos? Y no cualquiera, sino Rusia y China. Era algo que simplemente no podría decirse.

Mi desastroso triangulo amoroso [CH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora