Mi desastroso triangulo amoroso [CH]

Una fiesta para recordar [ Cap 5 ]

|| Narrador

Una nueva mañana iniciaba, eran las 6:00am y el estadounidense se encontraba ubicado en la cocina con la mirada perdida en la nada, como si se encontrase pensando en algo en concreto.

- Hermano, que haces? - De repente se escucho la voz del canadiense, quien recién había llegado a la cocina.

América no se había percatado de la llegada de su hermano, así que cuando escucho su voz se sobre salto y se giro hacia el para verlo.

- Ah...No me asustes así, idiota - Menciono el rubio con el corazón acelerado por el susto.

- Haha! Lo siento, lo siento... - Se disculpo el pecoso entre carcajadas.

El americano no le presto mucha atención al oji verde, sin embargo, si capto algo que le llamó la atención, y era que su hermano mayor se encontraba muy bien vestido, como si fuese a otro lugar en vez de ir a clases.

- Mh...y a donde se supone que vas con esa ropa? - Pregunto con curiosidad el ojiazul, sonriendo con picardia.

- No te incumbe, pero creo que ya puedes adivinar que a la escuela no - Respondió de inmediato el mayor, cruzándose de brazos.

- No pensé que te aprovecharias de que Mamá no estuviese en casa hasta mañana por la mañana. Eres todo un adolescente en contra de las reglas no? - Dijo el menor entre carcajadas - Y...que te hace pensar que no te delatare con ella? - Amenazo con una sonrisa juguetona en el rostro.

- Pues...esto - El canadiense saco su celular y abrió su galería, en ella se encontraba una carpeta llena de fotos donde se podían ver a USA, China y Rusia durmiendo en una misma cama, y no solo eso, sino las posiciones tan extrañas en las que se acomodaban, sobre todo porque el albino y el asiático tenían sus manos posadas en partes bastante delicadas del Rubio, como sus caderas, muslos, y a veces apoyados en su parte trasera de manera accidental.

El ojiazul se ruborizo al ver la foto, a pesar de sentir todas las noches las manos frías de aquellos dos y sus toques accidentales contra su cuerpo, jamás pensó que era hasta ese punto.

- Carajo...Borra esa mierda - Dijo el norteamericano.

- Quien te manda a dormir en el medio? Pues, no las borrare ya que con esto me aseguro de comprar tu silencio, a menos que desees que las publique - El pecoso sonrió ligeramente, ya prácticamente estaba victorioso en esa pequeña guerra fría.

- Esta bien...No le diré nada a mamá... - Menciono el menor, desviando la mirada, avergonzado por aquellas fotos tan fuera de contexto.

- Bien, nos vemos bro, suerte en tu fiesta de esta noche. Más vale no decirle nada a nuestra madre o ya sabes que sucederá - El pelirrojo se fue de la casa tranquilamente.

USA se quedó en silencio, teniendo una mirada asesina. Cuando fue que el canadiense entró a su habitación y tomó esas fotos? Además de eso, por que diablos China y Rusia siempre terminaban tomándolo como un oso de peluche o manoseandolo por las noches?

El estadounidense suspiro, hasta que escucho la puerta de la casa abrirse nuevamente. Pensó que se trataba de su hermano otra vez, tal vez había regresado por algo que se le haya quedado, pero cuando se asomo, noto que era el ruso regresando de su ejercitacion matutina.

- Vaya, pensé que tardarías más - Menciono el ojiazul a penas vio entrar al albino por la puerta.

- Por qué? Me extrañabas ? - Pregunto burlesco el más alto.

Rusia parecía ligeramente sudado, su camisa se pegaba de su cuerpo, delineando cada uno de sus músculos, además de que sus blanquecinos cabellos parecían ligeramente desordenados...lo cual le daba un aspecto levemente relajado y atractivo.