|| Narrador
Como un dia cualquiera, la institucion se encontraba ajetreada. Los pasillos estaban llenos, y todos charlaban con tranquilidad.
Por su parte, nuestro estadounidense se encontraba educando a los nuevos integrantes de futbol americano que habian ingresado al equipo.
La cancha estaba abarcada por los integrantes nuevos, y entre ellos estaba cierto albino de mirada intimidante y un europeo pelinegro de dobles intenciones, los cuales, escuchaban atentamente las ordenes del capitan, Estados Unidos.
— Bien! Este sera nuestro primer día de entrenamiento. Como sabran, no podre enseñarles a todos ya que son varios, asi que los sub capitanes de nuestra liga se encargaran de alguno de ustedes y yo los supervisare. - Menciono el rubio con una voz firme y demandante.
A los ojos del ruso, era dificil de creer que aquel ojiazul que ahora estaba dando ordenes a todo un equipo, era el mismo al cual suele fastidiar sometiendolo, y el mismo que por dentro tiene una actitud delicada y un cuerpo fragil facil de manejar.
— Veo que tienes la mirada fija en tu presa, no es asi? - Alemania interrumpio los pensamientos de Rusia, diciendo aquellas palabras con ironia.
El euroasiatico entendio de inmediato a que se referia aquel aleman. Pues si, el peliblanco tenia la mirada fija en aquel americano desde el inicio del entrenamiento.
— Solo lo vigilo, para que idiotas como tu no se le acerquen. - Dijo en corto el ruso.
Los dos tenian una mirada desafiante, eran como dos animales intentando demostrar quien dominaba.
— Es eso asi? Que lindo que te esfuerces, pero te aviso que eso no evitara que el termine siendo mio... - Respondio el aleman con una sonrisa ironica.
— Bien. Veo que ustedes dos estan charlando mucho el dia de hoy, es bueno ver que por fin se llevan bien, sin embargo, hoy los entrenara el capitan en particular a los dos para evitar peleas entre ustedes como la vez anterior - Una chica organizadora del equipo de futbol americano los interrumpio a los dos.
Detras de ella estaba el tan mencionado capitan, aun que no se noto su presencia hasta que la chica se aparto permitiendo que el menor pudiese ser captado por el ruso y el aleman.
Despues de todo, la chica tambien pertenecia a un equipo de basquet por lo que era incluso mucho mas alta que aquel rubio.
— Mh...Supongo que me encargare de ustedes dos. No causen problema y todo estara bien. - Dijo el pequeño ojiazul con una expresion de seriedad.
Por denteo, el menor se moria de nervios, despues de todo...no era como si hubiese tenido buena experiencia con aquellos dos.
— Buena suerte capitan! Organizare los suministros de agua. - La chica se fue, aun que el estadounidense le dedico una mirada que decia; "por favor no me dejes solo con estos dos psicopatas".
— Empezaremos con los derribos. Para jugar deben empujar hasta el piso a su oponente. Practiquen con estas bolsas, tienen material pesado dentro, sera dificil derribarlas al principio pero... -
— Hecho. - Dijo el ruso, para acto seguido empujar con facilidad una de las bolsas al suelo.
Eso dejo algo sorprendido al menor, pero tambien un poco molesto y ansioso al pelinegro, el cual tambien queria demostrar su talento y fuerza.
— Pues estuvo bien, solo que...la tecnica esta mal, mira. - El rubio se acerco al euroasiatico y tomo las manos de su adverso.
Lo primero que el ruso pudo notar al sentir aquellas manos tomando las suyas, era que los dedos del menor eran considerablemente mas suaves y mas pequeños que los propios.
ESTÁS LEYENDO
Mi desastroso triangulo amoroso [CH]
RomanceEstados Unidos es un joven que conlleva una vida exitosa en su academia, es popular e inteligente. Sin embargo, su perfección se ve afectada ante la llegada de dos alumnos nuevos provenientes del extranjero, Rusia y China. Francia a decidido acoger...