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Aunque North y Blake habían insistido en quedarse para ayudarlos a armar la cabaña, Kaelan se había negado. Su padre y hermano debían volver a su hogar y cuidar y proteger de sus hermanos y Natalie.

—Bueno, habrá mucho por hacer —sonrió Brenda, observando sus nuevas tierras, antes de abrazar al castaño por la cintura—. ¿Por dónde te gustaría empezar, amor?

—Hay que hacer un corral para los animales.

—¡Tienes razón! O terminarán por escaparse. Manos a la obra, guapo —sonrió, robándole un beso.

Se alejó de Kaelan y se fue a buscar entre las herramientas que su padre les había regalado. Habían recibido muchos presentes por parte de ambas familias, pero especialmente de la familia de Brenda.

Y uno de esos presentes, era la cabaña. El problema es que había que armarla.

—Comenzaré a hacer los cimientos para el corral de los animales —le dijo Brenda tomando una pala.

—¿Sabes cómo hacerlo?

—Ajá, ayudé a mío con su corral de gallinas —sonrió—. ¿Dónde te gustaría que lo hiciéramos, amor?

—Donde quieras, me da lo mismo.

—Okay.

A veces, era difícil tratar con Kaelan, especialmente cuando se ponía tan negativo y se encerraba en su depresión.

Brenda tomó varios troncos gruesos para usar como pilares, y comenzó a hacer los huecos donde irían enterrados, tarareando una melodía.

—Amor, si quieres puedes ir preparando-

—Comenzaré a trazar el lugar donde irá la cabaña —la interrumpió.

—Bueno... —murmuró.

Se habían quedado una semana más en casa de los padres de él, para que Kaelan pudiera disfrutar de su familia unos días más, especialmente por el nacimiento de sus hermanitos... Pero él no parecía de buen humor de todos modos.

🌗🌗🌗

—No puedo hacer una mierda sin mi brazo —gruñó arrojando el martillo con rabia.

—Kanelita, eso no es verdad, sólo-

—¡¿Puedes dejar de ser tan malditamente condescendiente, Brenda?! —le gritó molesto—. Y por un rato, déjate de apodos estúpidos ¡Porque me tienen harto!

Lo miró y luego desvió la mirada, antes de asentir con la cabeza, y terminar de armar el corral para las gallinas, colocándole un tablón como puerta.

Fue hasta la jaula de las gallinas, y la tomó, llevándolas al corral, para comenzar a meterlas con cuidado.

—Si puedes, dales de comer después —le dijo sin mirarlo, en un tono bajo.

Gruñó frustrado y se fue hacia la zona frondosa de sus tierras, perdiéndose entre los árboles.

Brenda respiró profundo y cerró los ojos por un momento, llevando una de sus manos a su vientre... Tenía que tenerle paciencia, él estaba atravesando mucho estrés, frustración, y por eso estaba actuando tan mal.

Observó las cabras, y fue por más madera y troncos. Antes de que llegara la noche, quería aunque sea terminarles el refugio a los animales, para que el rocío de la madrugada no les cayera y enfermara.

🌗🌗🌗

Probó un poco lo que estaba cocinando, y observó que Kaelan había decidido regresar, luego de más de seis horas de haberse ido.

Ella había terminado con el corral para los animales, y había acomodado todas sus pertenencias, incluso ya había hecho los cimientos para la cabaña, fijando los troncos.

—En unos minutos estará lista la cena —pronunció sin mirarlo—. Puedes comer si quieres.

—Está bien —le dijo sentándose cerca de la rubia.

—¿Puedo saber que te pasa? Te fuiste por horas, y decidiste volver como si nada recién ahora.

—Me falta un maldito brazo, Brenda, eso me pasa. No sirvo para nada, ni para clavar una puta madera.

—Podríamos haberlo hecho juntos, y decidiste irte.

—Es patético de sólo escucharlo, que para clavar una maldita madera, necesite de tu ayuda.

—¿Patético para quién? Soy tu mujer, tu compañera, y cuando decidimos unirnos, fue un compromiso en que ambos-

—¿Decidimos? —la interrumpió—. ¿Cuándo lo decidimos?

—Tienes razón, no fue una decisión de ambos, tú simplemente lo hiciste.

—Tú me obligaste, Brenda —gruñó—. Yo jamás había estado con una mujer, ni sabía lo que hacía, y a ti ni te importó detenerte cuando te pedí que lo hicieras, porque no podría controlarme.

—¿M-Me estás culpando?

—Por supuesto que sí, es hasta estúpido pensar que alguien que no tenía experiencia sexual, tuviese que cargar con la responsabilidad de eyacular o no adentro.

Lo miró, dolida.

—Kaelan.

—Yo ni siquiera quería unirme a una hembra o tener crías, Brenda, tú simplemente... No pudiste aceptar un no como respuesta, y desde un comienzo asumiste que debíamos estar juntos.

Respiró profundo y se puso de pie, sintiendo un dolor horrible en el pecho.

—D-De acuerdo, tienes razón, yo me aproveché de tí —le dijo asintiendo con la cabeza—. No debí buscarte, no debí obligarte a tener sexo conmigo, ni... Poner sobre ti la responsabilidad de nuestra unión, y mucho menos, debí marcarte.

—Que bueno que lo entiendas, ahora espero que lo aceptes también, y no sólo lo repitas porque yo lo estoy diciendo —pronunció mirándola, sintiendo también un dolor agudo en el pecho.

—No creo que esto funcione, Kaelan. Y no porque yo no quiera, porque si es por mí, te daría hasta lo que no tengo. Pero tú... Creo que no quieres estar conmigo.

—Creo que simplemente nos apuramos, Brenda. Tal vez esto ni siquiera es lo que tú quieres.

Apretó la mandíbula y se mordió el labio inferior, negándose a llorar.

—K-Kaelan, vete —le dijo sin mirarlo—. Vete, llévate todas las cosas que te pertenecen, h-hazme el favor y vete.

—Sabes que no puedo hacer eso por más que quiera, porque estamos unidos y marcados.

—Ambos somos alfas, somos fuertes, podemos soportar una separación como esta. Y más aún, porque tú no sientes la unión. Quiero que te vayas, no quiero volver a verte... Y Kaelan, te libero de nuestra unión.

...

Se que dije que el libro llevaría el nombre de Kaelan, pero la verdadera protagonista será Brenda 💜🌗🐺

BrendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora