Se despertó y observó aturdido dónde se encontraba. ¿Qué era ese lugar? El aroma no le resultaba familiar, no sabía que era, pero estaba seguro que no estaba en el bosque, porque olía a humano allí.
Se levantó rápidamente del suelo, y observó desconcertado que estaba encerrado en una pequeña habitación con rejas de gruesos barrotes. ¿Qué significaba aquello? ¿Y Biel?
¿Qué fué lo que había ocurrido?
Aulló, buscando la respuesta de alguno de los de su especie, y después de varios minutos, un muchacho entró, luciendo indiferente.
—Tú, eres como yo, de mi especie ¿Qué significa esto? ¿Dónde estamos?
—Kaelan Coldrivers ¿Verdad?
—Sí.
—Estás aquí por la muerte de Adda Holygrass, y el ataque hacia el clan PurpleSnow.
—¿Qué?
—¿Dirás qué no recuerdas lo que pasó? ¿Lo que hiciste?
—Sí, sé que ataqué el clan PurpleSnow ¡Pero fue porque ellos empezaron a dispararme apenas puse un pie en sus tierras!
—Lo normal, invadiste propiedad privada. Quisiste entrar sin ser invitado o bienvenido.
Gruñó y apretó sus dedos alrededor de los barrotes.
—No importa que seas delta, no podrás romper esas barras.
—¡Yo no debo estar aquí!
—No, en eso tienes razón, mínimo deberías estar muerto luego de provocar la muerte de una omega.
—Yo no maté a Adda —gruñó.
—Lo hiciste, de forma indirecta, dejando que se muriera, lo cual es lo mismo.
—Hice todo lo que estaba a mi alcance, ella de todos modos se murió.
—Las omegas son seres muy frágiles, y tú lo sabías... La dejaste morir, no intentes negarlo.
—Vete a la mierda, tú no sabes nada.
—Sé algo, y muy importante, tú no volverás a estar jamás libre por el bosque.
🌗🌗🌗
Se despertó, y al abrir los ojos, lo primero que vio fue a ese guapo muchacho junto a ella, que aún seguía durmiendo a su lado. Miró hacia abajo, la mano de él sobre su panza y sonrió suavemente.
Blake siempre dormía con una mano sobre su vientre, para poder sentir a las bebés.
Lo miró nuevamente y levantó una de sus manos para acariciarle la mejilla, correrle suavemente el cabello de la frente, acariciándolo.
Si aún no estaba unida a él, y lo amaba tanto ¿Cómo sería entonces cuando si lo estuviera? ¿Cuando llevara su marca?
Qué diferente hubiera sido todo si en vez de Kaelan, ella se hubiese fijado en Blake primero. Pero claro, aquello no fue algo que ella pudiese controlar tampoco.
Fueron sus instintos.
Lo observó dormir tan tranquilo, con la respiración tan calma abrazado a ella, y le dió un suave beso en los labios, seguido por muchos más en su rostro, despertándolo, haciéndola reír bajo cuando la tomó del rostro para buscar su boca y besarla.
—Te amo —sonrió contra los labios de él.
—Yo también te amo —susurró antes de volver a besarla.
Dios ¡Se sentía una estúpida cada vez que él lo decía y la besaba! Se sentía una estúpida niña emocionada, por como latía su corazón frenético.
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Brenda
Short StoryLibro #4 de Los hijos de la Luna Realmente ¿La unión entre dos alfas puede funcionar?