-"𝐄𝐥𝐥𝐚 𝐩𝐨𝐝𝐫𝐚́ 𝐬𝐞𝐫 𝐥𝐚 𝐞𝐦𝐩𝐞𝐫𝐚𝐭𝐫𝐢𝐳, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐮 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐬𝐞𝐫𝐚́𝐬 𝐦𝐢 𝐒𝐨𝐥 𝐝𝐞 𝐀𝐫𝐯𝐞𝐳𝐞𝐥𝐚"
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Kallan de Novak era el legítimo heredero del Imperio de Svetloba, debido a esto a sus 7 años...
El príncipe y la concubina de Sveltloba se encontraban los dos sentados tomando el té y platicando
– No sabes cuanto te extrañe Svetlana – el pelirrojo suspiro y tomó un sorbo de su té – Tenía muchas ganas de verte a ti antes que a la venenosa de Nadia –
– Lamento no haberte podido recibir cuando llegaste – la rubia le mostró una sonrisa – Pero bueno, aquí estoy. Ahora dime ¿Como te fue en el internado? –
– Nada realmente destacable, solo entrenar y estudiar –
– Escuche que hay alguien especial –
Tan pronto como la mujer dijo eso Kallan casi se ahoga con su bebida
– ¿A quien te refieres? – pregunto el chico un poco nervioso
– Vera me dijo que pediste que venga el príncipe de Arbezela –
– Ah, el príncipe Bavilo, solo lo recomendé para que ayude a Vera y nada más –
– Ay cariño te conozco y se que si tu intención era buscar ayuda para tu hermana no hubieras pensado en alguien de otro Imperio – la de ojos rubíes soltó una risa
Se notaba que el pelirrojo se empezaba a apenar un poco
– Ya sabes que Vera y yo no tenemos problema con eso, a tu padre de hecho creo que no le importa y Nadia, bueno, ¿Desde cuando te importa lo que ella piensa sobre ti? – Svetlana puso su mano en el hombro del muchacho – Y sabes que te quiero mucho – le mostró una sonrisa cariñosa
– Muchas gracias Svetlana – el oji verde le devolvió la sonrisa – Esto es lo que más extrañaba, esto y molestar a Nadia, jaja –
Los dos se pusieron a reír juntos
Kallan le tenía mucho aprecio a la segunda concubina de su padre, era como una segunda madre para el y lo consoló cuando Miliana murió
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Al día siguiente:
Bavilo ya se habia levantado y se estaba alistando, hoy sería su primer día como ayudante del Consejo Diplomático de Sveltloba
Se puso unos pantalones negros de vestir, una camisa blanca con un chaleco negro y una corbata del mismo color
– Tal vez debí haber traído ropa más fresca, aquí el clima es más caluroso que en Arbezela – pensó mientras se vestia
Cuando salió de su habitación se encontró con su amigo pelirrojo apoyado en la pared al lado de las puertas
Kallan estaba mirando al piso esperándolo, tan pronto como levanto la vista y sus ojos se encontraron con los amatistas del otro principe su rostro cambio de neutral a feliz